Cientos de bomberos forestales, militares de la UME, agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, voluntarios, vecinos y bomberos se enfrentan diariamente a un feroz enemigo que devasta las regiones por las que pasa. El cansancio se manifiesta con intensidad en cada músculo, pero, como afirman los equipos de la BRIF Tineo, desplegados en Asturias, “proteger vidas, hogares y naturaleza lo vale todo”.
Las llamas afectan con especial gravedad las provincias de Ourense, Zamora, León y la comunidad de Extremadura. En Castilla y León, hay 29 focos activos, mientras que en Galicia se mantienen otros siete.
La emergencia ha forzado la evacuación de más de 30.000 personas en todo el país en una semana, desde el inicio de la fase de preemergencia. Según las últimas estimaciones de Copernicus, la superficie quemada en España este año supera las 375.000 hectáreas. En Galicia, cuatro operarios implicados en las labores de extinción han resultado heridos, uno de ellos con quemaduras graves de primer y segundo grado. El incendio de Larouco (Ourense) se ha convertido en el más devastador en la historia de Galicia, arrasando 20.000 hectáreas.
Ante esta crisis, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que procederá a declarar como zonas afectadas catastróficas a varias de las regiones afectadas. Sánchez ha visitado el puesto de mando de Jarilla (Cáceres), donde el fuego ha consumido 15.000 hectáreas y desde donde se organiza el operativo extremeño.
Como consecuencia de los incendios, Adif ha informado que la alta velocidad entre Madrid y Galicia permanecerá suspendida por sexto día consecutivo. “Ante la evolución del fuego y para facilitar la planificación de los usuarios, se mantiene suspendido el servicio durante todo el día”, comunicó la compañía.
La situación exige una respuesta coordinada y efectiva para proteger tanto a las personas como al entorno natural, en un desafío constante contra una de las peores temporadas de incendios registradas en el país.
El País