Nicolás Maduro, denunció este lunes que las comunicaciones con la actual Administración de Estados Unidos están prácticamente rotas, debido a lo que calificó como una falta de seriedad y credibilidad por parte de Washington. «Las comunicaciones se han degradado, están deshechas, pero no por responsabilidad nuestra. Nosotros somos gente de palabra, de diálogo y de paz, pero no funcionamos con guerras psicológicas, chantajes ni amenazas”, afirmó durante un encuentro con medios internacionales.
Maduro subrayó que Caracas siempre ha apostado por el diálogo, pero cuestionó la falta de coherencia de la Administración estadounidense y lamentó la situación actual. “Ellos así lo han establecido con sus amenazas de bombas, muertes y chantajes”, enfatizó el jefe de Estado. “Así no funcionamos nosotros. Pasaron de una etapa de relaciones de comunicación maltrechas a desechas”, agregó.
Fue enfático en señalar que no se puede confiar plenamente en la palabra de Washington. “Díganme ustedes, en el mapa mundi, un país que pueda confiar en la palabra de esta administración. No existe”, advirtió. Si bien reconoció que los canales diplomáticos no están en “cero absoluto”, afirmó que se encuentran en un estado de «degradación profunda». “No están en cero, pero están deshechas”, concluyó.
Durante su intervención, Maduro destacó que Caracas mantiene “comunicación mínima con el señor (John) Mc Namara por la liberación de nuestros migrantes, que es una altísima prioridad del Estado”. Aseguró que actualmente hay más de 60 niños y niñas venezolanos retenidos en Estados Unidos, quienes no han sido entregados a sus familias.
En este contexto, el presidente venezolano criticó a los organismos de Derechos Humanos, señalando que el Alto Comisionado, Volker Trürk, no se ha pronunciado al respecto. “Lamentablemente, su silencio criminal es cómplice de este secuestro, y su inacción está llevando al declive de las Naciones Unidas“, enfatizó.
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