Un hombre armado fue abatido por la policía de Múnich este jueves tras abrir fuego cerca del consulado de Israel en la ciudad alemana. El incidente ocurrió el mismo día en que se conmemora la trágica toma de rehenes de 1972, que resultó en la muerte de once atletas israelíes.
El presidente israelí, Isaac Herzog, expresó su horror en la red social X, calificando el ataque como «terrorista». Sin embargo, las autoridades alemanas aún están investigando los motivos detrás del ataque. El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, informó que el hombre, quien portaba un arma larga, disparó varias veces antes de que la policía respondiera con disparos, hiriéndolo de muerte.
Herrmann sugirió que el acto del hombre podría estar vinculado a la proximidad del consulado israelí, el centro de documentación sobre el nazismo y el aniversario de la toma de rehenes de 1972. El ataque, llevado a cabo por un comando palestino, dejó once atletas israelíes muertos, además de un policía y cinco secuestradores.
El incidente llevó a la policía a acordonar la zona alrededor del consulado israelí y del centro de documentación sobre el nacionalsocialismo, conocido como NS-Doku, que se encuentra en la histórica Casa Marrón, antigua sede del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP). La policía también desplegó un helicóptero para apoyar la operación.
A pesar de la gravedad del incidente, la ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, subrayó que «la protección de los establecimientos judíos e israelíes es una prioridad absoluta». La situación ha sido considerada resuelta por las autoridades, ya que hasta el momento ninguno de los testigos ha indicado la presencia de otros perpetradores.
El ataque ha tenido consecuencias inmediatas, incluyendo la cancelación de una ceremonia en Fürstenfeldbruck, donde se conmemoran las víctimas de la toma de rehenes de 1972. El centro de documentación sobre el nazismo, que opera desde 2015, confirmó la intervención policial, pero no proporcionó detalles adicionales.
La reciente escalada del antisemitismo a nivel global, exacerbada por el conflicto en Gaza, ha aumentado las preocupaciones sobre la seguridad en lugares vinculados a la comunidad judía y a Israel.
El ataque en Múnich subraya la necesidad de mantener una vigilancia rigurosa y una respuesta inmediata ante posibles amenazas.
Cortesía AFP