La reciente aparición de helicópteros de operaciones especiales del 160th Special Operations Aviation Regiment (SOAR) del Ejército de Estados Unidos frente a las costas de Trinidad y Tobago, cerca de Venezuela, ha reavivado las tensiones en la región del Caribe.
Al menos cuatro helicópteros de operaciones especiales MH-6M Little Bird, conocidos como Killer Eggs, y tres MH-60M Black Hawk fueron avistados a bordo del buque de apoyo M/V Ocean Trader, una plataforma naval utilizada por Estados Unidos para misiones encubiertas. Esta información ha sido difundida en foros y redes especializadas desde el 6 de octubre. Las imágenes, aunque de baja resolución, coinciden con reportes satelitales que ubican al Ocean Trader y al crucero USS Lake Erie a unos 126 kilómetros de las costas venezolanas en días recientes.
Hasta el momento, no se ha emitido una confirmación oficial por parte del Departamento de Defensa de Estados Unidos ni de los gobiernos regionales acerca de la naturaleza exacta de la misión. Sin embargo, la presencia del 160th SOAR, conocidos como Night Stalkers, ha generado especulaciones sobre posibles operaciones inminentes. Esta unidad es reconocida por su especialización en infiltración aérea nocturna, apoyo a fuerzas Tier-1 como Delta Force y SEAL Team 6/DEVGRU, y misiones de rescate o ataques de precisión.
El analista Andrei Serbin Pont, director del think tank CRIES, comentó en un mensaje difundido en la red social X que «si fuera Maduro o alguno de sus cómplices, me preocuparía más ver al 160th SOAR frente a mis costas que un F-35 sobrevolando cerca». Esta declaración subraya la percepción de la presencia del regimiento como un indicio de operaciones más que de simple disuasión.
El avistamiento de estas fuerzas ocurre en el contexto de una intensificación de las maniobras militares en el área por parte de la Casa Blanca, bajo el argumento de combatir el narcotráfico. El presidente Donald Trump ha insinuado la posibilidad de una fase 2 de la ofensiva, que podría incluir acciones en tierra. Esta escalada ha provocado reacciones diplomáticas y alertas en varios gobiernos de América Latina.
Desde Caracas, dirigentes chavistas y voceros oficiales han calificado el movimiento como una amenaza directa a la soberanía nacional, exigiendo explicaciones a la comunidad internacional. La situación se mantiene en desarrollo, y se espera más información oficial en los próximos días.
Si fuera Maduro o alguno de sus cómplices, me preocuparía más ver al 160th SOAR frente a mis costas que un F-35 sobrevolando cerca. https://t.co/RHB3ZkC8mb
— Andrei Serbin Pont (@SerbinPont) October 8, 2025
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