Portuguesa, – Con profundo fervor religioso, las comunidades de Guanare, Acarigua y Araure vivieron una jornada histórica marcada por la emoción y la fe, al unirse en oración para celebrar la canonización del doctor José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles, los primeros venezolanos en ser elevados a los altares como santos de la Iglesia Católica.
Desde la noche del sábado, cientos de fieles se congregaron en templos de todo el estado para participar en vigilias, rezos y actividades litúrgicas. En diversas iglesias se instalaron pantallas para transmitir en vivo la ceremonia desde Roma, permitiendo que los creyentes siguieran este acto trascendental junto a miles de personas alrededor del mundo.
La celebración se extendió durante todo el domingo, con misas de acción de gracias, procesiones y encuentros de alabanza, organizados por las parroquias de la Diócesis de Guanare y de Acarigua-Araure. El ambiente estuvo cargado de gratitud y esperanza, destacando el ejemplo de vida cristiana que ofrecieron ambos santos venezolanos.
“El pueblo portugueseño está de fiesta. Vivimos un momento de profunda alegría espiritual, porque estos santos son reflejo de la fe viva de nuestro país”, expresó el padre Joel Briceño, párroco de la Catedral de Guanare. En este templo se exhiben las reliquias del doctor José Gregorio Hernández, junto a la imagen de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela.
Por su parte, el presbítero Alexander Uzcátegui, párroco de la Catedral La Corteza de Acarigua, resaltó que la canonización de Hernández y Rendiles “es un signo claro de que la santidad es alcanzable para todos. Ellos vivieron el evangelio con entrega total y hoy nos inspiran a seguir ese camino”.
La jornada dejó en evidencia no solo el orgullo religioso de los venezolanos, sino también su capacidad de unidad en torno a la fe. En cada templo se sintió el espíritu de comunidad, devoción y compromiso con los valores que estos santos representaron en vida.
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