La elección adecuada del tipo de leche es fundamental para asegurar una nutrición equilibrada a lo largo de la vida, según recomienda la nutricionista Ariana Araujo. La leche, al ser una fuente rica en proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales, contribuye significativamente al bienestar general y al buen funcionamiento del organismo.
Araujo destacó que la leche materna debe ser el alimento exclusivo hasta los seis meses de edad y complementario hasta los dos años, tras lo cual la leche de vaca entera se convierte en la opción recomendada para los niños, dada su importancia en el desarrollo infantil. Durante la adolescencia, la leche entera continúa siendo beneficiosa gracias a su contenido en vitaminas liposolubles, proteínas de alta calidad y minerales esenciales para el crecimiento.
Para los adultos, se aconseja personalizar la elección del tipo de leche de acuerdo con el estado de salud. Las personas con resistencia a la insulina o diabetes pueden beneficiarse de la leche entera, mientras que la leche descremada es más adecuada para quienes buscan controlar la ingesta de grasas. En la tercera edad, la leche deslactosada es generalmente preferible debido a la disminución natural en la producción de lactasa, lo cual afecta la capacidad de digerir lactosa.
«La leche contiene tres macronutrientes esenciales: proteínas, grasas y carbohidratos, pero también posee una variedad de vitaminas y minerales que son cruciales para el funcionamiento óptimo del organismo y la prevención de enfermedades como la osteopenia», comentó Araujo. La elección correcta de la leche permite a las personas aprovechar sus beneficios sin comprometer su salud.
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