El diagnóstico temprano del cáncer de mama juega un papel crucial en la mejora del pronóstico de la enfermedad. Este padecimiento, de naturaleza multifactorial, puede ver aumentado su riesgo hasta en un 40% debido a malos hábitos, por lo que se recomienda mantener una vida activa, con ejercicio regular, una alimentación saludable y un adecuado manejo del estrés como las claves principales para su prevención.
La detección precoz de lesiones mamarias es esencial, particularmente en casos con manifestaciones cancerígenas o premalignas. Esta práctica permite la aplicación de tratamientos menos invasivos que no solo buscan la curación, sino que también preservan la estética de las pacientes. El doctor Osama Bahsas, cirujano oncólogo del Grupo Médico Santa Paula, subrayó la importancia de un diagnóstico en las etapas iniciales. «El pronóstico de cáncer de mama se modifica totalmente si se diagnostica en etapas iniciales o tardías», afirmó, destacando la necesidad de realizar chequeos anuales.
Según expertos, la probabilidad de superar la enfermedad es del 99% cuando se detecta en estadio I, mientras que esta cifra se reduce al 50% en etapas avanzadas. Dado que el cáncer de mama es común tanto a nivel global como nacional, se estima que una de cada ocho mujeres lo desarrollará a lo largo de su vida.
El doctor Bahsas también enfatizó la importancia de la evaluación temprana, recomendando que las mujeres inicien su pesquisa anual a los 35 años, utilizando mamografías complementadas por ecografías mamarias. Estas pruebas son esenciales para detectar el carcinoma ductal in situ, un precursor clave de la enfermedad. Además, la consulta con profesionales especializados y actualizados es vital para reducir errores y aumentar la detección de la enfermedad en sus fases iniciales.
Especial
