El portaviones USS Gerald R. Ford, reconocido como una de las máquinas de guerra más avanzadas del mundo, está en ruta hacia el Caribe, intensificando la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro. Este movimiento es parte de una operación de Estados Unidos que ha movilizado aproximadamente el 20% de su fuerza naval y aérea con el objetivo de combatir el narcotráfico en la región.
El Gerald R. Ford, una colosal nave de propulsión nuclear, transporta habitualmente cerca de 90 aviones y helicópteros, entre ellos 48 cazabombarderos FA-18, y cuenta con una tripulación que oscila entre las 5.000 y 6.000 personas. Según Stephen Donehoo, exasesor de seguridad de la Casa Blanca, el poder de este buque está diseñado para «cosas mucho más grandes» que enfrentar lanchas narcotraficantes.
La llegada del Gerald R. Ford aviva las especulaciones sobre posibles acciones de la administración Trump contra el Cartel de los Soles, que según Washington está liderado por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López. Donehoo comentó la potencial estrategia de Estados Unidos: «Para mí es claro que el presidente Trump quiere tener una demostración de fuerza suficientemente grande para que el señor Maduro y su equipo piensen sobre las opciones que ellos tienen».
Además, señaló que el portaviones viaja acompañado de una flota de protección que incluye destructores y submarinos, describiéndola como «un enjambre de avispas» capaz de llevar a cabo operaciones de ataque o protección. Dentro de sus capacidades, destaca el avión A-1 de control del espacio aéreo que permite coordinar misiones desde el aire; los primeros objetivos en caso de un ataque serían los sistemas de radar y vigilancia venezolanos, así como los misiles S-300.
Donehoo identificó dos objetivos primordiales de Estados Unidos con esta operación: cortar los vínculos del narcotráfico que fluye desde Venezuela y Colombia hacia Estados Unidos y Europa, y lograr un retorno a la democracia en Venezuela donde la voluntad del pueblo sea la que gobierne.
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