En las primeras horas del 5 de noviembre, el Ejército de los Estados Unidos llevó a cabo una prueba de lanzamiento de un misil balístico intercontinental desarmado Minuteman III, desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California. Esta evaluación, denominada GT 254, buscaba confirmar la fiabilidad, la preparación para el combate y la precisión del sistema de misiles ICBM, considerados un pilar esencial de la defensa nacional estadounidense.
El misil completó un recorrido de aproximadamente 4,200 millas, impactando en el sitio de pruebas Ronald Reagan en el atolón de Kwajalein, República de las Islas Marshall. Los datos recopilados por el Centro de Pruebas Reagan, equipado con tecnología avanzada, están siendo analizados para evaluar el desempeño del sistema y apoyar investigaciones y evaluaciones futuras.
El lanzamiento fue ejecutado por un equipo de aviadores del 576.º Escuadrón de Pruebas de Vuelo, quienes probaron la eficacia del sistema de mando y control de respaldo para la fuerza de misiles ICBM. La teniente coronel Karrie Wray subrayó que GT 254 no solo fue un lanzamiento, sino una evaluación integral para validar las capacidades críticas del sistema.
Este tipo de pruebas, planificadas con antelación y ejecutadas bajo estrictos protocolos de seguridad, son rutinarias y buscan garantizar la operatividad y precisión de la flota Minuteman III, mientras se trabaja en la modernización con el sistema Sentinel. El general SL Davis del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea reafirmó el compromiso de mantener la operatividad de la flota existente, destacando la importancia de las pruebas como GT 254 en este proceso.
La atención se ha centrado en estas pruebas luego de que el presidente Donald Trump indicara la reanudación de las pruebas de armas nucleares por primera vez en más de tres décadas. Esta decisión resalta la intención de modernizar y verificar continuamente las capacidades defensivas del país.
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