Un trágico incidente ocurrió en la madrugada del viernes en la comuna de Lampa, al norte de Santiago, cuando un violento robo en una vivienda dejó un saldo de una persona fallecida y otra herida. Cuatro delincuentes encapuchados irrumpieron en la casa de una familia venezolana mientras dormían, informaron las autoridades de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI).
Los asaltantes armados exigieron dinero y joyas al jefe de hogar, quien se negó a colaborar, lo que desencadenó una brutal reacción. El hombre, de 35 años, fue llevado a la sala principal de la vivienda, donde recibió un disparo en el abdomen tras resistirse al robo. Su madre, de 58 años, intentó intervenir, pero fue atacada, resultando herida en la mano. Actualmente, la mujer se encuentra estable aunque en estado grave en el Hospital San José.
El fiscal Felipe Olivari confirmó que el hombre falleció en el lugar mientras los agresores escapaban con pertenencias aún no evaluadas por las autoridades. La declaración de la madre será clave para identificar a los responsables del crimen que ha conmocionado a la comunidad.
Vecinos del sector de Las Malvinas han denunciado un aumento en los delitos, especialmente robos nocturnos con extrema violencia, y la falta de una presencia policial constante. El subcomisario Marcelo Castillo señaló que se están llevando a cabo investigaciones para localizar a los autores del ataque, quienes habrían planificado el asalto con información previa.
Se ha revelado que ambas víctimas no tenían su situación migratoria regularizada, lo que podría complicar su acceso a la justicia y protección institucional en Chile. Organizaciones de derechos humanos han exigido al gobierno tomar medidas urgentes para proteger a los migrantes vulnerables frente al incremento de crímenes violentos en zonas periféricas.
La comunidad venezolana en Santiago ha convocado una vigilia en honor al fallecido, exigiendo justicia y mayor presencia policial en los barrios populares. Este caso reabre el debate sobre la seguridad ciudadana, la migración y el abandono estatal en sectores donde la violencia se ha normalizado peligrosamente. Las autoridades están llamadas a actuar con determinación y sensibilidad para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, sin importar su nacionalidad o estatus migratorio.
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