El escritor italiano Ezio Gavazzeni ha presentado pruebas que aseguran que occidentales adinerados pagaron para cazar civiles durante el asedio de Sarajevo, un hecho que actualmente investiga la Fiscalía de Milán. Gavazzeni, junto con los abogados Nicola Brigida y Guido Salvini, ha entregado documentos al fiscal Alessandro Gobbis, respaldando la existencia de estos eventos entre 1992 y 1996.
Las evidencias consisten principalmente en testimonios, y desde octubre están bajo el análisis de la Fiscalía, que también ha solicitado la declaración de un bombero estadounidense que apoya esta tesis. Gavazzeni afirma que numerosos italianos participaron en esta práctica, aunque estima que solo un tercio podrían estar vivos hoy en día debido a su avanzada edad.
A pesar de las dificultades, el escritor espera que los fiscales puedan localizar y juzgar a algunos de los implicados, ya que los casos agravados de homicidio no prescriben según la legislación italiana. «Espero que se identifique a 2 o 3 personas con vida», expresó Gavazzeni.
La investigación ha generado interés internacional y ha puesto al escritor en el centro de una maraña de comunicaciones diarias, lo que él describe como una experiencia «estresante» pero gratificante por sus resultados. Aunque lamenta no haber publicado aún un libro sobre el tema, valora el impacto de su trabajo.
La Fiscalía de Milán, apoyada por la unidad de operaciones especiales del cuerpo de Carabineros, se centra en identificar posibles imputados para proceder con un juicio formal. Este proceso requiere la identificación de nombres específicos, como explicó el propio Gavazzeni.
El asedio de Sarajevo, uno de los episodios más oscuros de la guerra de los Balcanes, cobró la vida de más de 10,000 personas, con civiles atrapados bajo el ataque de artillería y francotiradores serbobosnios. Recientemente, Edin Subasic, exmilitar y agente de inteligencia del ejército bosnio, declaró haber conocido la presencia de italianos ricos en estas «cacerías».
Además, el documental «Sarajevo Safari» del director esloveno Miran Zupancic había denunciado previamente estas atrocidades, sugiriendo la participación de individuos de Italia, Estados Unidos y Rusia. En respuesta, la Fiscalía de Bosnia-Herzegovina inició una investigación en noviembre de 2022, tras la denuncia de la exalcaldesa de Sarajevo, Bengamina Karic.
