La diabetes, una de las enfermedades crónicas más comunes a nivel global, requiere un control riguroso de la glicemia para reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo. La doctora Joanna López, endocrinóloga del Grupo Médico Santa Paula, resalta la importancia de un manejo adecuado para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Esta enfermedad, caracterizada por una deficiencia de insulina, ya sea relativa o absoluta, afecta la capacidad del páncreas de producir insulina adecuadamente. Existen dos tipos principales de diabetes: Tipo 1, con un déficit total de insulina, y Tipo 2, caracterizado por una resistencia a la insulina frecuentemente derivada de un consumo excesivo de azúcares. Mientras que el Tipo 1 no tiene medidas preventivas, el riesgo del Tipo 2 puede reducirse con una dieta equilibrada y ejercicio regular.
La doctora López enfatiza la importancia del diagnóstico temprano ante síntomas como sed excesiva, necesidad constante de orinar, hambre excesiva y pérdida de peso. Estos síntomas indican descontrol en los niveles de glucosa en sangre, y un diagnóstico temprano permite administrar el tratamiento oportunamente para prevenir complicaciones.
La medición de la glicemia es clave tanto para el diagnóstico como para el seguimiento de la diabetes. Se utiliza un glucómetro para un control diario, y en algunos casos, se recomienda el monitoreo continuo de glucosa, un método innovador menos invasivo que utiliza un sensor subcutáneo.
Un control adecuado de la diabetes minimiza riesgos graves como eventos cardiovasculares y complicaciones oculares. La doctora advierte sobre la necesidad de estar atentos a señales como el aumento de peso y problemas en los pies, que pueden derivar en complicaciones serias.
El Día Mundial de la Diabetes, celebrado el 14 de noviembre, busca concientizar sobre la prevención, diagnóstico temprano y control adecuado de esta enfermedad.
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