Nicolás Maduro encabezó el martes en el Palacio de Miraflores, en Caracas, una jornada denominada “Encuentro Binacional de Oración por la Paz”, en la que declaró a Jesucristo como “señor y dueño de Venezuela”, en un contexto de despliegue militar de Estados Unidos en aguas internacionales del Caribe y del Pacífico. El acto fue transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión.
La ceremonia, realizada en la sede del Ejecutivo venezolano, contó con la participación de pastores evangélicos, de Cilia Flores, pareja de Maduro, y de Nicolás Maduro Guerra, hijo del mandatario y vicepresidente de Asuntos Religiosos del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Durante la actividad, Maduro afirmó: “Como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, yo, Nicolás Maduro Morros, voluntariamente desde el Palacio de Miraflores (…) declaro y ratifico como señor y dueño de Venezuela a nuestro señor Jesucristo”. En su intervención señaló que brindaba “toda la honra y honor al Espíritu Santo” y declaró “que el único Dios real y verdadero es el Dios todopoderoso a quien le doy toda la gloria y, en esta guerra espiritual por los derechos de nuestro pueblo y nuestra humanidad declaro que no es con ejército, ni fuerza, sino con mi espíritu, dice jehová de los ejércitos”.
El mandatario citó además un versículo de la Biblia, “Zacarías 4:6”, y afirmó: “Me radicalizo con Cristo y reconozco al único Dios real y verdadero, el único que adoro y honro, al padre, al hijo y al Espíritu Santo que protege y protegerá a nuestra patria”.
La jornada de oración se desarrolló mientras Estados Unidos mantiene un despliegue militar en el Caribe, operación ordenada por la Casa Blanca bajo el argumento de combatir a los cárteles de la droga. Este despliegue se encuentra en una fase de máxima presión, luego de la llegada reciente a las aguas caribeñas del buque de guerra USS Gerald R. Ford, descrito como el más grande del mundo.
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