Pedro Sánchez exigió respeto al derecho internacional en Venezuela durante su intervención en la Cumbre del G20, un mensaje que generó un eco emocional entre los líderes mundiales presentes. El presidente del Gobierno español subrayó la necesidad urgente de abrir espacios de diálogo, advirtiendo que, sin respeto a las normas internacionales, cualquier intento de solución quedaría inevitablemente vacío.
Sánchez recordó que España no reconoce los resultados electorales en Venezuela y que no reconoce a Nicolás Maduro, pero insistió en que el respeto al derecho internacional debe guiar cualquier negociación. Defendió que este respeto constituye la única vía legítima para alcanzar soluciones pacíficas y sostenibles en el país.
El presidente español habló con claridad y pidió que las potencias actúen con responsabilidad, alertando de que, sin respeto al derecho internacional, la crisis podría intensificarse peligrosamente. En este contexto, el despliegue naval estadounidense en el Caribe añadió dramatismo a la situación, aunque Sánchez insistió en que el respeto debe prevalecer sobre demostraciones militares intimidatorias.
Durante su intervención, su mensaje apeló a la conciencia colectiva, al recordar que, sin respeto, los pueblos pierden confianza en las instituciones y se profundizan las fracturas sociales. Los asistentes escucharon con atención, conscientes de que el respeto no solo protege a Venezuela, sino también la estabilidad regional y global.
Sánchez enfatizó que España mantiene una posición de coherencia: no reconoce a Maduro, pero exige respeto al derecho internacional porque, sin reglas claras, no existe una verdadera democracia. En esta línea, pidió valentía política, asegurando que el respeto abre puertas al diálogo, mientras que la confrontación únicamente multiplica el sufrimiento humano.
La comunidad internacional reaccionó con interés, destacando que el respeto fortalece la credibilidad de los organismos multilaterales y contribuye a evitar que los conflictos escalen hacia la violencia. Finalmente, Sánchez concluyó con un llamado a que los líderes se comprometan con el respeto al derecho internacional, al considerar que solo así se construyen puentes hacia una paz y una justicia duraderas.
Según los asistentes, la intervención de Sánchez dejó huella e inspiró una reflexión sobre cómo el respeto al derecho internacional puede transformar tensiones en oportunidades y convertir crisis en caminos hacia la reconciliación.
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