Cuba denunció este martes que Estados Unidos busca derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro mediante el uso de la fuerza militar, en un contexto de creciente tensión que genera alarma internacional y preocupación regional por sus posibles consecuencias para la estabilidad hemisférica.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó que una escalada militar en Caracas podría constituir un crimen internacional de primer orden, al advertir sobre el impacto que tendría una intervención armada en la situación política y de seguridad en América Latina.
Según la denuncia de La Habana, Estados Unidos mantiene desde hace dos meses un despliegue militar en aguas del Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Cuba considera insostenible ese pretexto y sostiene que la campaña estadounidense, iniciada en septiembre, ha incluido bombardeos contra embarcaciones civiles presuntamente vinculadas al tráfico ilícito, con un saldo de más de ochenta personas muertas.
Rodríguez señaló que la concentración de medios navales “tan sofisticados y destructivos” no se justifica para enfrentar organizaciones criminales, sino que responde a una estrategia de presión política sobre Venezuela. En este contexto, advirtió que el uso de la fuerza militar por parte de Estados Unidos podría causar un número incalculable de muertes y generar un escenario de violencia e inestabilidad en la región.
La preocupación se ha visto reforzada por decisiones adoptadas en el ámbito del transporte aéreo. Desde el sábado, varias aerolíneas cancelaron vuelos hacia Venezuela, tras un aviso internacional de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos que instó a extremar la precaución en ese espacio aéreo.
Cuba y Venezuela consideran que Washington utiliza pretextos para justificar acciones que podrían desencadenar una agresión internacional. La isla, aliada histórica del chavismo, reiteró que no puede aceptarse, ni legal ni moralmente, la concentración de fuerzas militares estadounidenses cerca de las costas venezolanas.
Las autoridades cubanas subrayaron que la defensa de la soberanía venezolana constituye un principio fundamental, al vincularla directamente con la protección de la estabilidad regional y hemisférica. En esta línea, insistieron en que cualquier escalada militar afectaría no solo a Venezuela, sino al conjunto de países de la región.
Organizaciones internacionales han comenzado a manifestar inquietud ante el aumento de la tensión, al considerar que la situación podría escalar hacia un conflicto de mayores dimensiones en América Latina. La comunidad internacional observa con atención, al entender que las decisiones de Washington en este escenario podrían marcar un precedente relevante en las relaciones diplomáticas y militares del continente.
En conclusión, Cuba exige respeto al derecho internacional y llama a detener la fuerza militar desplegada en el Caribe, al sostener que la paz regional depende de evitar una confrontación violenta en torno a la crisis venezolana.
EFE
