El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que su país boicoteará la cumbre del G20 que se celebra actualmente en Johannesburgo y que Sudáfrica no será invitada al próximo encuentro del grupo en 2026, previsto en Miami bajo presidencia estadounidense. Asimismo, informó de la suspensión inmediata de toda la ayuda económica de EE.UU. al gobierno sudafricano.
En un mensaje publicado en su cuenta de Truth Social y replicado en X (antes Twitter), Trump justificó la decisión por lo que describió como “la persecución y el genocidio de granjeros blancos afrikaners” en Sudáfrica y la “expropiación de tierras” sin compensación. “Estados Unidos se retira del G20 en Sudáfrica y no entregará la presidencia del grupo a ese país. Además, Sudáfrica está oficialmente DESINVITADA al G20 de 2026 en Miami. ¡Se acabó la ayuda a Sudáfrica!”, escribió el mandatario estadounidense.
Pese al anuncio, fuentes diplomáticas confirmaron que un funcionario de la embajada estadounidense en Pretoria sí recibió físicamente los documentos de traspaso de la presidencia del G20 al cierre de la cumbre, tal como establece el protocolo. Sudáfrica ostenta la presidencia rotatoria del grupo hasta el 30 de noviembre de 2025, fecha en que pasará formalmente a Estados Unidos.
Desde Johannesburgo, el gobierno sudafricano, encabezado por el presidente Cyril Ramaphosa, calificó la declaración de Trump como “desafortunada y basada en información falsa”. Un portavoz del Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación (DIRCO) afirmó que “las estadísticas oficiales y los informes independientes no respaldan la narrativa de un genocidio racial contra granjeros blancos”.
El debate sobre los asesinatos en granjas en Sudáfrica, especialmente aquellos que afectan a granjeros blancos, ha sido recurrente en círculos conservadores internacionales. Según datos de AgriSA, la principal organización agrícola sudafricana, entre 50 y 60 granjeros de todas las razas son asesinados cada año en el país, en un contexto de alta criminalidad que afecta a toda la población. Un informe de 2019 de la embajada de Estados Unidos en Pretoria concluyó que no existían evidencias de una campaña sistemática o racialmente motivada contra granjeros blancos.
Organizaciones como AfriForum, que defienden los intereses de la minoría afrikaner, sostienen que los ataques contra granjas son desproporcionadamente violentos y tienen un componente racial. Sin embargo, los tribunales y la policía sudafricana clasifican la mayoría de estos casos como robos que terminan en homicidio.
En el plano económico, Estados Unidos figura entre los mayores donantes bilaterales de Sudáfrica, con cerca de 700 millones de dólares anuales destinados principalmente a programas de salud —en particular VIH/SIDA a través de PEPFAR—, educación y desarrollo. La suspensión de esta ayuda podría tener consecuencias graves para millones de sudafricanos que dependen de estos programas.
Analistas internacionales interpretan el anuncio como parte de una política exterior más confrontativa de la segunda administración Trump, que ha prometido priorizar los intereses estadounidenses y revisar las relaciones con países que, según Washington, violen derechos humanos o impulsen políticas consideradas “antioccidentales”.
Hasta el momento, ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado han emitido un comunicado oficial que amplíe o matice las declaraciones del presidente en redes sociales. Los demás líderes del G20 presentes en Johannesburgo han evitado pronunciarse públicamente sobre la situación, mientras la crisis diplomática entre Washington y Pretoria permanece abierta.
The United States did not attend the G20 in South Africa, because the South African Government refuses to acknowledge or address the horrific Human Right Abuses endured by Afrikaners, and other descendants of Dutch, French, and German settlers. To put it more bluntly, they are…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 28, 2025
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