El gobierno de Cuba negó categóricamente haber sostenido conversaciones con Estados Unidos sobre cómo sería la región sin Nicolás Maduro al frente de Venezuela, y calificó esas versiones de “absurdas y falsas”. La viceministra de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, rechazó informaciones divulgadas inicialmente por la agencia Reuters y replicadas por otros medios internacionales, según las cuales funcionarios cubanos habrían discutido con representantes estadounidenses la estabilidad regional y un eventual panorama político venezolano sin el actual mandatario.
“Cuba rechaza como absurdas y falsas las informaciones de prensa que afirman… supuestos contactos entre funcionarios cubanos y el gobierno de Estados Unidos para abordar asuntos internos que son de exclusiva responsabilidad del gobierno venezolano”, declaró Vidal a Associated Press. La alta funcionaria añadió que el gobierno de la isla descarta cualquier posibilidad de diálogo con Washington en esos términos.
La versión publicada el viernes, basada en fuentes no identificadas, sugería que funcionarios cubanos habrían conversado con representantes estadounidenses sobre la situación política venezolana y sus implicaciones regionales. La Cancillería cubana desmintió esta versión y sostuvo que no ha participado en conversaciones sobre asuntos que considera internos de Venezuela.
La declaración de Cuba se produce en un contexto de alta tensión regional, marcado por una ofensiva militar de Estados Unidos en el Caribe y el Pacífico oriental contra embarcaciones que, según Washington, transportan drogas. De acuerdo con la información disponible, los ataques con misiles dirigidos han hundido varias lanchas y causado la muerte de decenas de personas.
Estados Unidos sostiene que parte de estas operaciones buscan desmantelar redes criminales que, según acusaciones de la Casa Blanca, se beneficiarían del comercio ilícito con participación de actores vinculados al gobierno de Nicolás Maduro, un estrecho aliado de Cuba. Tanto Caracas como La Habana rechazan esta versión y aseguran que se trata de una estrategia para justificar un intento de “derrocamiento violento” del gobierno venezolano.
La Cancillería cubana ha criticado los operativos militares estadounidenses, argumentando que incrementan el riesgo de una escalada armada en la región latinoamericana. Al mismo tiempo, autoridades de la isla insisten en que mantienen una política activa de cooperación antidrogas, que incluye el intercambio de información con la Guardia Costera de Estados Unidos.
En este contexto, un portavoz del Departamento de Estado afirmó que tanto Cuba como Venezuela “desestabilizan el hemisferio” y que la administración de Donald Trump permanece “comprometida con garantizar la seguridad de los estadounidenses”. “Eso incluye la agresiva campaña antinarcóticos en el Caribe y en el Pacífico oriental”, declaró el vocero al referirse a las operaciones en curso.
Por su parte, Cuba sostiene que la ofensiva estadounidense responde a una estrategia “belicista” destinada a aumentar la presión sobre Maduro y a justificar una presencia militar reforzada en aguas cercanas a la región. La Habana ha señalado que estas acciones forman parte de un escenario de confrontación política y diplomática impulsado desde Washington.
Josefina Vidal afirmó que “sectores belicistas” dentro de Estados Unidos llevan adelante una campaña de desprestigio para generar una ruptura entre Cuba y Venezuela, una relación que describió como estratégica y consolidada durante más de dos décadas. “Cuba rechaza los intentos de empañar su limpio historial de lucha por la paz en América Latina y el Caribe y contra el narcotráfico”, sostuvo la diplomática al defender la posición de su país.
Funcionarios cubanos de áreas de seguridad reiteraron recientemente que la isla sigue comprometida con el combate al tráfico de drogas y que la cooperación con Estados Unidos en este ámbito continúa, pese al deterioro general de la relación bilateral. Según las autoridades cubanas, esa colaboración se mantiene operativa en materia de intercambio de información y coordinación frente a actividades ilícitas en la región.
El Nacional
