La organización Transparencia Venezuela informó que 40% de los tanqueros internacionales que llegan a las terminales petroleras venezolanas son irregulares, según un informe publicado en su página web correspondiente al mes de noviembre. De un total de 98 buques que transportaron crudo durante ese período, 64 fueron internacionales, 17 pertenecientes a Pdvsa y 17 arribaron con sus señales AIS apagadas.
De acuerdo con la organización, estas cifras representan una disminución en la presencia de tanqueros en las costas venezolanas en las últimas semanas. No obstante, la proporción de embarcaciones sancionadas (14), furtivas (9) y de flotas oscuras (17) se mantiene en 40 buques, lo que equivale a 41% del tráfico observado cerca de los puertos de hidrocarburos del país.
Transparencia Venezuela vinculó la reducción de tanqueros no identificados con la presencia de unidades navales estadounidenses en la zona. Señaló que la presencia de unos 6 destructores y buques misilísticos de la armada de Estados Unidos a sólo decenas de millas náuticas de las costas venezolanas “es la causa probable de que la usual llegada de tanqueros oscuros –con sus señales de AIS apagadas– haya disminuido”.
En el informe se indica que “en noviembre se contabilizaron un máximo de 17 petroleros bajo esa condición en las proximidades de la terminal de Amuay, al occidente del país, donde el mes anterior se detectaron 24 de ellos por medio del análisis de imágenes satelitales”. La organización agregó que “se observaron al menos 13 operaciones ilícitas de trasiego de crudo o STS entre buques oscuros, furtivos y sancionados, mientras que en octubre se detectaron 6. Todos estos casos se produjeron en la zona marítima de Caquetíos, cerca de la bahía de Amuay”.
El informe también precisa que se identificó la presencia de 14 tanqueros sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, la Oficina de Implementación de Sanciones Financieras (OFSI) del Reino Unido y la Unión Europea. Según Transparencia Venezuela, la gran mayoría de estas embarcaciones en condición de sancionadas enarbolan banderas de paraísos regulatorios como Islas Comoras, Guinea y Guyana.
En paralelo, el documento recoge información publicada por el Wall Street Journal al cierre de noviembre, en la que se expone la participación de organizaciones venezolanas del narcotráfico en la distribución de cocaína en Europa a través de África. De acuerdo con ese reporte periodístico citado, “Venezuela se ha convertido en un centro de tránsito clave para la cocaína colombiana, que está entrando masivamente en Europa a través de los países del Sahel”. El Sahel es descrito como una amplia zona de África occidental que incluye, entre otros, a Senegal, Malí y Mauritania.
El informe de Transparencia Venezuela señala que una de las modalidades en ese tránsito de droga es el uso de buques de carga, cuya eficacia ha sido constatada por investigaciones y operaciones de captura de la Policía Nacional de Colombia. Indica que el camuflaje de la cocaína en las bodegas de embarcaciones mercantes y petroleras es un hecho y sostiene que la ruta Venezuela-Senegal es una de las más frecuentemente observadas en el monitoreo de operaciones ilícitas del petróleo venezolano.
En ese contexto, Transparencia Venezuela plantea la necesidad de profundizar las indagaciones sobre el posible uso de puertos venezolanos para el tráfico de drogas. “Si en Colombia está demostrado que las rutas marítimas de la droga no solo se ejecutan en naves pesqueras y semisumergibles, puede ser ahora el momento de indagar si desde Venezuela, al igual que ocurre también en Ecuador, el narcotráfico está utilizando los puertos comerciales y petroleros para contrabandear la cocaína con destino a África como puente hacia Europa. Especialmente, cuando el transporte de hidrocarburos está a cargo de flotas oscuras, que simulan puerto de origen, puerto de destino, origen de su carga y suelen realizar operaciones de trasiego sospechosas”, señala el informe.
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