El candidato presidencial del Partido Nacional de Honduras, Nasry “Tito” Asfura, se mantiene al frente en los resultados de las elecciones generales del 30 de noviembre con el 40,31 % de los votos, según datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), cuando se ha escrutado el 99,88 % de las actas electorales y restan por procesar algo más de 1.000 actas con inconsistencias.
Hasta las 20:30 hora local (02:30 GMT) de hoy, y tras la reanudación del conteo de votos en la página web del CNE, Asfura, quien cuenta con el apoyo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sumaba 1.381.675 votos (40,31 %). En segundo lugar se ubicaba Salvador Nasralla, candidato presidencial del Partido Liberal, con 1.355.598 marcas (39,55 %), mientras que en tercera posición figuraba Rixi Moncada, del oficialista Libertad y Refundación (Libre), con 655.898 papeletas (19,13 %).
El CNE desarrolla un escrutinio especial de 2.792 actas que presentaron inconsistencias, proceso que comenzó el jueves con cinco días de retraso respecto a la fecha inicialmente prevista del 13 de diciembre. Este conteo especial avanza de forma lenta y bajo presión de tiempo, en un ambiente de incertidumbre, suspicacia y denuncias de supuesto fraude por parte de Nasralla y Moncada, y ha estado marcado por interrupciones y tensiones políticas.
Entre este sábado y domingo, el escrutinio especial estuvo paralizado durante unas doce horas, lo que afectó el avance del conteo. Antes de esta parálisis, las autoridades del CNE proyectaban que los resultados finales podrían estar listos entre el lunes y el martes, previsión que ahora se ve condicionada por las demoras técnicas y administrativas.
A los problemas operativos del CNE se suman denuncias internas de amenazas, insultos y otros atropellos atribuidos al consejero de Libre, Marlon Ochoa, según las consejeras Ana Paola Hall, presidenta del organismo y representante del Partido Liberal, y Cossette López, representante del Partido Nacional. Estas tensiones reflejan las marcadas diferencias entre las principales fuerzas políticas: el Partido Nacional y el Partido Liberal, ambos de orientación conservadora, y Libre, de izquierda.
El CNE dispone de plazo hasta el 30 de diciembre para oficializar los resultados de los comicios, por lo que la institución afronta presión para acelerar el escrutinio especial. De no lograrse resultados oficiales para esa fecha, la definición del proceso se trasladaría al Parlamento. Sin embargo, el presidente del Legislativo, Luis Redondo, militante del partido de gobierno, no convoca al pleno desde finales de agosto y en octubre instaló una Comisión Permanente integrada por nueve de los 128 diputados.
Aunque la Comisión Permanente cuenta con amplias facultades, el tema de los resultados electorales correspondería al pleno del Congreso, que tendría que ser convocado. En este contexto, las diferencias en el Legislativo llevaron en octubre a más de 70 diputados, en su mayoría de los partidos Liberal y Nacional, a conformar un Parlamento paralelo, que ha venido celebrando sesiones y no reconoce a la Comisión Permanente creada por Redondo con legisladores oficialistas.
Las elecciones generales de noviembre fueron las duodécimas desde el retorno de Honduras al orden constitucional en 1980 y, según el CNE, las más difíciles en la historia política reciente del país. En estos comicios, los hondureños eligieron al sucesor de la actual presidenta, Xiomara Castro, cuyo esposo es el expresidente Manuel Zelaya (2006-2009), asesor principal y coordinador general de Libre. Además de la Presidencia, se votó por tres designados presidenciales, así como por autoridades municipales y legislativas.
EFE
