Según el Monitor de Incendios de MapBiomas, de enero a agosto de 2024, Brasil ha sufrido un devastador impacto por incendios que han afectado a 11,39 millones de hectáreas del territorio nacional. De este total, 5,65 millones de hectáreas fueron consumidas solo en agosto, representando el 49% de toda el área quemada en lo que va del año.
Durante los primeros ocho meses de 2024, las áreas de vegetación nativa fueron las más afectadas, abarcando el 70% del total de lo quemado. Las zonas de campo se llevaron la peor parte, con un 24,7% del área total afectada, seguidas por formaciones de sabana (17,9%), bosques (16,4%) y campos inundados (9,5%). Los pastos también se vieron gravemente impactados, representando el 21,1% del área total afectada.
Los estados de Mato Grosso, Roraima y Pará fueron los más golpeados, acumulando más de la mitad (52%) de la superficie quemada. La Amazonia, en particular, ha sido el bioma más devastado, con 5,4 millones de hectáreas consumidas hasta agosto.
Agosto de 2024 fue especialmente crítico, con el Pantanal perdiendo 1,22 millones de hectáreas, un incremento del 249% respecto al promedio de los últimos cinco años. La Mata Atlántica y la Caatinga también sufrieron severas pérdidas, con 615.000 y 51.000 hectáreas afectadas respectivamente. La Pampa, en comparación, sufrió solo la pérdida de 2.700 hectáreas.
El análisis muestra un aumento alarmante del 149% en la superficie quemada en agosto de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior. Este agosto ha sido el peor registrado desde el inicio del monitoreo de incendios en 2019.
Mato Grosso, Pará y Mato Grosso do Sul fueron los estados más impactados en agosto. Sorprendentemente, el estado de São Paulo vio un aumento del 2.510% en el promedio de incendios, con 370.400 hectáreas quemadas, una cifra alarmantemente superior a los 14.400 hectáreas promedio de los últimos seis años. La mayoría de estos incendios se originaron en áreas agrícolas, especialmente en plantaciones de caña de azúcar, según la investigadora Natália Crusco.
Los biomas más afectados en este periodo fueron el Cerrado y la Amazonia, que concentraron el 43% y el 35% de la superficie total quemada en Brasil, respectivamente. Vera Arruda, coordinadora técnica del Monitor de Incendios, expresó su preocupación por el incremento en los incendios en el Cerrado, que ha registrado la mayor extensión de incendios de los últimos seis años, afectando también la calidad del aire en las ciudades.
Cortesía Agencia Brasil