El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, confirmó el martes la detención de un cuarto ciudadano estadounidense, vinculado a un presunto plan para asesinar al presidente Nicolás Maduro. Esta detención se produce en un contexto de creciente tensión política tras la reelección de Maduro el pasado 28 de julio, una elección que ha sido calificada como un fraude por la oposición y diversos organismos internacionales.
En una comparecencia ante el Parlamento, Cabello informó que el individuo fue arrestado en Caracas mientras tomaba fotografías de instalaciones estratégicas del país, como plantas eléctricas y unidades militares. El ministro aseveró que esta captura forma parte de un plan más amplio para desestabilizar a Venezuela, específicamente orientado hacia el asesinato de Maduro, la vicepresidenta Delcy Rodríguez y su propia persona.
Este nuevo arresto se suma a la captura de tres estadounidenses, dos españoles y un checo, anunciada por las autoridades venezolanas el sábado, quienes también estarían implicados en el mismo supuesto complot. Cabello declaró que se ha confiscado un nuevo lote de armas, que se añade a los 400 fusiles incautados previamente, reforzando su afirmación de que hay una amenaza tangible contra el gobierno.
Además, el ministro acusó a los detenidos de tener vínculos con las agencias de inteligencia de sus respectivos países, un señalamiento que ha sido desmentido por representantes de Estados Unidos y España. Madrid ha solicitado información sobre la situación de sus nacionales arrestados, cuyos cargos y lugar de detención permanecen en la oscuridad.
Cabello aseguró que las personas detenidas están bajo cuidado de las autoridades venezolanas en condiciones seguras y en respeto a los derechos humanos. Este no es el primer caso de arrestos de extranjeros en el país por conspiraciones; recuerda la detención en 2020 de dos estadounidenses involucrados en la llamada Operación Gedeón, quienes fueron condenados a 20 años de prisión y posteriormente liberados en un intercambio de prisioneros.
La situación continúa en desarrollo y el desenlace de estos arrestos y las acusaciones en contra de los detenidos podrían tener repercusiones significativas en las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos, así como entre Caracas y otros países europeos.