Luis Martínez, reconocido ambientalista, ha hecho un llamado de alerta a través de sus redes sociales sobre la grave situación que enfrenta la región, marcada por una de las peores sequías en los últimos meses. Este fenómeno ha generado condiciones propicias para la propagación de incendios forestales intencionales, con un alarmante reporte de al menos 350,370 focos de incendio, especialmente en la Amazonía.
Las condiciones climáticas adversas, combinadas con la actividad humana, han desencadenado una epidemia de incendios que afecta gravemente entornos naturales de alto valor ecológico y la vida silvestre. En Brasil y Bolivia, los brigadistas trabajan incansablemente para rescatar animales que sufren tanto por los incendios como por la sequía extrema que azota la región.
En Brasil, entre agosto y la fecha actual, se han registrado 128,000 focos de incendio, devastando un total de 11.9 millones de hectáreas en los primeros ocho meses del año, de las cuales la mitad corresponde a la Amazonía. La sequía ha reducido drásticamente los caudales de ríos importantes en esta área, causando que más de 180 días pasen sin precipitaciones significativas, lo que intensifica el estrés hídrico en la región.
Por su parte, Bolivia ha perdido más de 4 millones de hectáreas de bosques y pastizales, afectando zonas que albergan la mayor biodiversidad del país. Miles de animales se ven perjudicados por los incendios y la sequía, aunque algunos logran ser rescatados por los brigadistas.
Este escenario resalta la necesidad urgente de mejorar las estrategias de prevención y control de incendios, especialmente aquellos provocados de forma intencional y criminal. Asimismo, subraya la importancia de proteger los ecosistemas amazónicos, que albergan especies únicas y desempeñan un papel crucial en la mitigación de la crisis climática global.