Una semana después de que el huracán Helene devastara seis estados del sureste de Estados Unidos, la población enfrenta el duro trabajo de recuperación sin suministros básicos, sin electricidad y con la paciencia al límite. La tormenta, que causó la muerte de más de 100 personas y dejó un rastro de destrucción que se extiende por 800 kilómetros, ha creado un desafío monumental para las autoridades y los residentes afectados.
Sin electricidad, muchas carreteras y puentes han desaparecido. La restauración del servicio podría tardar una semana o más. Los servicios de emergencia están sobrecargados y los vecinos, muchos de los cuales han perdido sus propias casas, están ayudando a otros en la medida de lo posible.
Helene se consagra como uno de los huracanes más mortíferos de los últimos 50 años. Más de 100 personas han perdido la vida y muchas más siguen desaparecidas, atrapadas en zonas inaccesibles o sin posibilidad de comunicarse debido a la infraestructura de comunicaciones destruida.
Cientos de carreteras permanecen cerradas, especialmente en las Carolinas, lo que dificulta la entrega de suministros críticos. Más de 2 millones de clientes siguen sin electricidad, según PowerOutage.us. Las empresas eléctricas se enfrentan a carreteras dañadas y bloqueadas mientras trabajan para restablecer la energía.
Visita presidencial y ayuda federal en camino
El presidente Joe Biden visitará las comunidades afectadas a finales de esta semana. «Tan pronto como no interrumpa las operaciones de respuesta a emergencias», aclaró la Casa Blanca el domingo por la noche. Biden hablará sobre los esfuerzos federales para acelerar la llegada de recursos críticos.
El presidente aprobó la ayuda en caso de desastre y ha mantenido contacto constante con los gobernadores de los estados más afectados. “Mi corazón está roto por nuestra gente aquí”, expresó un residente del condado de Buncombe.
Desafíos en la recuperación de infraestructura
Michael Callahan, presidente de operaciones de servicios públicos de Duke Energy en Carolina del Sur, subrayó que antes de restablecer el suministro eléctrico, es crucial reparar la infraestructura. “Los postes y cables que componen nuestro sistema de transmisión sufrieron daños sin precedentes”, afirmó Callahan.
Hasta este domingo por la noche, aproximadamente 760.000 hogares y empresas en Carolina del Sur estaban sin electricidad, según PowerOutage.us. En Georgia, Florida, Carolina del Norte y Virginia, más de 1,2 millones de clientes también se encuentran sin suministro eléctrico.
Personas desaparecidas y comunicaciones interrumpidas
Las autoridades del condado de Buncombe, donde la tormenta ha dejado al menos 30 muertos, han recibido alrededor de 600 informes de personas desaparecidas. Craig Fugate, exadministrador de FEMA, instó a la gente a no perder la esperanza, destacando que la falta de comunicación no implica necesariamente lo peor.
“La interrupción de las comunicaciones dificulta saber si las personas están a salvo. A medida que se restablezca la recepción de teléfonos celulares e internet, es probable que más personas se reúnan con sus seres queridos”, comentó Fugate.