En un contexto de constantes fallas en el sistema eléctrico nacional que afectan gravemente la vida cotidiana de los portugueseños, el anuncio del Gobernador Primitivo Cedeño sobre el inicio de las Navidades Felices Portuguesa 2024, programado para el 1 de octubre desde la Plaza Miranda de Guanare, ha generado preocupación y descontento entre la población.
Mientras el Gobernador se enfoca en la instalación de decoraciones y luces brillantes, muchos ciudadanos se preguntan si es realmente adecuado celebrar en un momento en que las familias enfrentan serios problemas por la falta de servicios básicos. La decisión de adelantar la temporada navideña, siguiendo la indicación del presidente Nicolás Maduro, parece ignorar las dificultades diarias que viven los habitantes de Portuguesa, quienes luchan por acceder a electricidad y otros recursos esenciales.
La crítica se centra en que, en lugar de priorizar soluciones efectivas a la crisis eléctrica, el gobierno elige enfocarse en celebraciones que podrían considerarse un derroche en medio del sufrimiento colectivo. La alegría y el amor prometidos por el Gobernador suenan huecos cuando muchos ciudadanos apenas logran satisfacer sus necesidades más básicas.
Es fundamental que el liderazgo del estado escuche las inquietudes de su población y concentre esfuerzos en resolver los problemas urgentes, en lugar de distraer con festividades que no abordan la realidad que enfrenta cada día la comunidad.
