Los habitantes de las veredas 15, 30, 44 y 46 del sector 2 de la urbanización Durigua enfrentan una crisis sanitaria desbordante debido al colapso de aguas residuales que ha provocado un severo foco de contaminación ambiental. La situación, que se ha agravado en los últimos tres meses, ha resultado en un auge de enfermedades respiratorias y afecciones en la piel entre los residentes locales.
La comunidad afectada denuncia que sus veredas se han transformado prácticamente en «piscinas» de aguas malolientes, lo que los obliga a aislarse en sus propios hogares para evitar el contacto con los líquidos insalubres. Este aislamiento forzado no solo afecta la calidad de vida, sino que también pone en riesgo la salud de decenas de familias que habitan en este sector.
A pesar de haber agotado todas las instancias legales y haber elevado la situación a los órganos competentes en materia de servicios públicos, los vecinos de Durigua 2 no han recibido una respuesta oportuna por parte de las autoridades. «Llevamos más de tres meses sufriendo con el desbordamiento de las cloacas. Nuestra paciencia se agota mientras enfrentamos la inacción de los entes responsables», expresaron.
Con el propósito de encontrar una solución urgente, los afectados hacen un llamado desesperado al gobernador Primitivo Cedeño y al alcalde del Municipio Páez, Rafael Torrealba, instándolos a intervenir en la resolución de los problemas generados por los tramos caídos de la red de aguas residuales en el sector. Ajustar y reparar estos tramos sería un paso crucial para mitigar el riesgo sanitario al que están expuestos los residentes de Durigua 2.
Es imperativo que las autoridades tomen cartas en el asunto para proteger la salud pública y el bienestar de la comunidad, actuando con rapidez y eficacia en la solución de este problema de infraestructura. Mientras tanto, la comunidad sigue esperando con urgencia una intervención que les permita recuperar la normalidad en sus vidas diarias.