En medio de una crítica situación económica que afecta al sector educativo en Venezuela, las diversas agrupaciones sindicales del magisterio en el estado Portuguesa hicieron un llamado determinante a los padres y representantes para que se unan a su batalla por reivindicaciones económicas y laborales. La asamblea, realizada en la ciudad de Guanare, destacó la urgencia de obtener un aumento salarial digno que permita a los docentes mantener a sus familias y continuar desempeñando su esencial labor educativa.
Iván Bravo, presidente del Site-Fetrasined y vocero de la asamblea, subrayó la importancia de lograr el respaldo de los padres y representantes, advirtiendo que, de no ser atendidas sus peticiones por el Gobierno, los maestros podrían verse obligados a renunciar. «Si los educadores capacitados y experimentados abandonan su profesión por falta de incentivos, nos enfrentamos al serio dilema de en manos de quién quedará la educación de nuestros niños y jóvenes», señaló Bravo con evidente preocupación.
El sindicalista informó que los gremios llevarán a cabo reuniones en los catorce municipios de Portuguesa con el fin de «recoger el sentir» del magisterio y establecer una posición consensuada frente a las actuales condiciones que aquejan al sector educativo. Criticó la imposición de un horario completo sin el correspondiente ajuste salarial, lo que complica la tarea propuesta por el Gobierno.
Los docentes reiteraron su disposición al trabajo, siempre y cuando sus exigencias salariales sean consideradas. «Son bienvenidos todos los beneficios que el Gobierno decida otorgar, así como el cumplimiento de la convención colectiva, obligaciones que llevan tiempo sin ejecutarse», enfatizó Bravo.
El aumento salarial se destaca como la condición primordial entre las demandas, impactando positivamente a trabajadores activos, jubilados y pensionados. Bravo indicó que otros beneficios, como créditos y tarjetas de transporte, no cubrirían las necesidades básicas de los docentes y no beneficiarían a los pensionados. «Ojalá entreguen viviendas a los maestros que las necesitan y todos los compromisos laborales sean honrados, pero primero deben compensar el salario, que es lo que permite al trabajador cubrir los gastos esenciales», concluyó, dejando en claro que la lucha por un salario justo es inaplazable.