La carencia de gasoil se ha erigido como un grave obstáculo para el municipio de Guanarito, principalmente afectando los servicios esenciales que presta la Alcaldía. Felipe Jiménez Dueño, director general de la alcaldía, ha declarado que la falta de este crucial combustible ha precipitado una crisis en la administración local. «La falta de gasoil se ha convertido en otra calamidad para los guanareños», lamentó.
Cuando Jiménez Dueño y su equipo asumieron la dirección, encontraron que la maquinaria esencial estaba fuera de servicio. Ni la motoniveladora ni el camión compactador de basura funcionaban, y un desgastado camión Dongfeng era manejado por otra entidad. A pesar de estas circunstancias adversas, durante la administración anterior, se asignaban 5.000 litros de gasoil a una alcaldía sin vehículos diésel operativos.
En la actualidad, el funcionamiento de tres vehículos críticos depende del suministro de gasoil: el compactador necesita al menos 60 litros para completar su ruta diaria, el camión volteo gasta 60 litros por cada viaje a Guanare, y la motoniveladora consume 140 litros en tan solo ocho horas de trabajo. Sin embargo, la alcaldía recibe aproximadamente seiscientos litros de gasoil cada mes y medio, una cantidad insuficiente para su operativa regular.
Esta situación ha resultado en la suspensión de servicios vitales como el aseo, el uso del patrol y del camión volteo por más de tres semanas. «Nuestro limitado presupuesto y nuestras condiciones morales no nos permiten comprar gasoil por un dolor en el litro en el mercado negro«, manifestó Jiménez Dueño, subrayando el dilema ético y financiero que enfrentan.
Mientras tanto, miembros de un partido político parecen no enfrentar estos problemas, pues tienen acceso a 5.000 litros de gasoil cada nueva entrega de combustible en el área. Esta disparidad destaca las diferencias en la asignación de recursos que afectan directamente a la población.
A pesar de estos retos, la actual administración afirma haber recuperado parte del parque automotor de la alcaldía, un logro considerable bajo las circunstancias. Sin embargo, Felipe Jiménez Dueño concluye con un llamado contundente: «Esperamos que la mezquindad y la politiquería queden de lado y podamos contar con un suministro de gasoil subsidado más acorde con la realidad y a las necesidades de nuestro municipio».
La gestión municipal se encuentra en una encrucijada, intentando equilibrar el servicio a la comunidad con las limitaciones de recursos y desafíos políticos. La esperanza reside en una solución justa y equitativa para superar esta crisis de gasoil que amenaza con paralizar a Guanarito.