En una noche cargada de emociones y sorpresas, «Anora», la tragicomedia que narra la peculiar historia de una estríper en el moderno mundo del estriptís de Nueva York, magnates rusos e incompetentes malandros, se coronó como la gran ganadora de la 97ª entrega de los Óscar. La película dirigida por el cineasta independiente estadounidense Sean Baker logró conquistar a los votantes de la Academia, llevándose el prestigioso premio a mejor película.
Con un modesto presupuesto de apenas 6 millones de dólares, «Anora» no solo superó la controversia que rodeaba su atrevido tema, sino que también se llevó un total de cinco estatuillas en la gran gala de Hollywood. Entre estos galardones se incluyen mejor dirección, mejor guion original, mejor edición, y mejor actriz para su joven protagonista, Mikey Madison, de 25 años.
El éxito de «Anora» en los Óscar sigue a su victoria en el Festival de Cine de Cannes, donde se alzó con la Palma de Oro tras su estreno mundial en mayo. Esta fue la primera vez desde 2011 que una película estadounidense ganaba el máximo galardón en el prestigioso evento francés. Aunque el camino hacia los Óscar no parecía asegurado después de que la película se despidiera sin premios de los Globos de Oro, «Anora» logró captar la atención y el afecto de la industria al acumular casi 40 millones de dólares en la taquilla global.
El narcomusical «Emilia Pérez», pese a llegar a la gala con 13 nominaciones, solo ganó dos estatuillas: mejor actriz de reparto y mejor canción original. La cinta enfrentó críticas y controversias debido a antiguos comentarios de su protagonista, Karla Sofía Gascón, lo cual afectó su recepción. Sin embargo, el discurso emotivo de Zoe Saldaña, al recibir el premio como mejor actriz de reparto, resonó profundamente. Saldaña se destacó como la primera latina de origen dominicano en recibir un trofeo de la Academia, lo que realzó aún más la importancia de la diversidad en el cine.
Brasil celebró de manera histórica al conseguir su primer Óscar con «Aún estoy aquí», dirigida por Walter Salles. Este filme, que aborda la devastación de la dictadura militar, ganó en la categoría de mejor película internacional. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su orgullo por el logro, destacando la importancia de la democracia y la lucha contra el autoritarismo.
La ceremonia de los Óscar de este año subrayó la capacidad del cine independiente para desafiar las expectativas y capturar la imaginación del público global, marcando un capítulo significativo en la historia de la industria cinematográfica.
EFE