El ejercicio físico se ha consolidado como un componente esencial para la calidad del sueño, actuando como un regulador neuroquímico que reduce el estrés y facilita la relajación muscular. La práctica regular de actividad física disciplina el reloj biológico, permitiendo un descanso más profundo y reparador, una base fundamental para la salud.
El Dr. Claudio Cárdenas, neurólogo clínico y especialista en medicina del sueño, explica que el ejercicio actúa como un catalizador natural de endorfinas, hormonas que neutralizan el cortisol, la hormona del estrés, promoviendo la conciliación del sueño. «La fase posterior al ejercicio es crítica», señala el Dr. Cárdenas, «ya que genera una secuencia de cambios orgánicos que conducen a la relajación muscular profunda, facilitando la entrada al sueño».
Gold’s Gym, en su búsqueda por promover el bienestar integral, se ha aliado con el Dr. Cárdenas para ofrecer recomendaciones sobre la integración óptima de la actividad física en la rutina diaria, considerando el cronotipo de cada persona. Según el especialista, las personas matutinas deberían ejercitarse temprano, mientras que las nocturnas deberían optar por hacerlo al final del día. Sin embargo, advierte que es crucial evitar actividades intensas antes de dormir, ya que pueden interferir con el sueño.
El Dr. Cárdenas enfatiza que el ejercicio regular no solo fortalece a nivel físico, sino que también mejora la calidad del sueño. Se observan beneficios como una mayor profundidad del sueño de ondas lentas, menos interrupciones nocturnas y una mejora general en la eficiencia del descanso.
Para maximizar estos beneficios, el especialista recomienda complementar el ejercicio con una adecuada higiene del sueño. Esto incluye mantener horarios regulares, crear un ambiente propicio para descansar y evitar el consumo de cafeína y alcohol antes de dormir. A su vez, técnicas de relajación como estiramientos suaves o respiración consciente pueden ser efectivas al prepararse para el sueño.
De este modo, más allá de los beneficios físicos evidentes, el ejercicio se reafirma como una herramienta poderosa para mejorar el bienestar general, garantizando un descanso que realmente restaure cuerpo y mente.
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