La salud óptima de la microbiota es crucial en la eficacia de los tratamientos contra el cáncer, ya que contribuye a mitigar los efectos tóxicos de la quimioterapia, inmunoterapia y radioterapia. La microbiota, también conocida como flora intestinal, está compuesta por microorganismos vivos que residen principalmente en el intestino y es esencial para el bienestar y fortalecimiento del sistema inmune, además de influir en la conducta y el estado de ánimo.
Un desequilibrio en la microbiota puede aumentar el riesgo de desarrollar varias enfermedades, incluidos diferentes tipos de cáncer. Factores como la alimentación, la edad, el uso de antibióticos y otras patologías pueden alterar el equilibrio de esta flora vital. Según el doctor Juan Celis, médico internista y oncólogo de la Clínica de Prevención del Cáncer de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, “una microbiota no saludable puede predisponer a padecimientos oncológicos, afectando órganos como el estómago, colon y vías urinarias”.
El doctor Celis explicó que el equilibrio de la microbiota se ve afectado cuando no se proporcionan suficientes prebióticos y probióticos, lo cual genera bacterias perjudiciales para la salud intestinal y puede causar mutaciones cancerígenas. Para mantener una microbiota saludable y reducir potencialmente el riesgo de cáncer, se recomienda una dieta rica en prebióticos y probióticos, guiada por un nutricionista. Alimentos como el yogur, vegetales, frutas y aquellos ricos en fibras son esenciales, mientras que se debe evitar el consumo excesivo de alimentos procesados y azúcares.
Además, “la actividad física es importante, ya que ayuda a que la microbiota sea más dinámica, reduciendo el riesgo no solo de cáncer, sino también de enfermedades intestinales, respiratorias y alérgicas”, afirmó Celis.
La salud de la microbiota es “fundamental para los tratamientos contra el cáncer”, ya que puede reducir los efectos adversos de la quimioterapia, inmunoterapia y radioterapia, enfatizó el doctor Celis. La implementación de la inmunoterapia, que activa el sistema inmunológico para eliminar células cancerígenas, ha demostrado la importancia de una buena salud de la microbiota en la efectividad de los tratamientos.
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