¿En qué consistían los ‘freak offs’ de los que se acusa a Sean Combs?

Foto: infobae
Espiga Noticias
Publicada: septiembre 28, 2024

Impactante acusación contra Sean Combs: Detalles de los polémicos ‘Freak Offs’ revelados

Sean Combs, conocido mundialmente por sus nombres artísticos Diddy y Puff Daddy, enfrenta graves acusaciones tras la presentación de una acusación penal federal de 14 páginas. Entre los delitos que se le imputan se encuentran incendio provocado, soborno, secuestro y obstrucción a la justicia, pero el centro del caso son los polémicos ‘freak offs’.

Según los fiscales, estos encuentros sexuales en habitaciones de hotel organizados por Combs eran coercitivos y abusivos, involucrando un consumo excesivo de drogas y sexo forzado. Además, los participantes eran grabados y posteriormente amenazados con los videos, todo con el fin de evitar que denunciaran los abusos.

Emily Johnson, una de las fiscales, afirmó que la actividad de los ‘freak offs’ es intrínsecamente peligrosa y constituye el núcleo del caso. La descripción del gobierno coincide con las acusaciones hechas por la cantante Cassie (cuyo nombre real es Casandra Ventura) en una demanda civil presentada el otoño pasado contra Combs. Ventura alegó que Combs realizaba estos encuentros en hoteles de lujo y los trataba como proyectos de arte personal, grabando los actos mientras controlaba todo el escenario.

Por otro lado, los defensores de Combs presentan una narrativa completamente diferente. Según su abogado, Marc Agnifilo, los ‘freak offs’ eran encuentros consentidos entre Combs y Ventura, quienes mantenían una relación problemática y compleja. Agnifilo subraya que estos encuentros no implicaron agresión sexual ni coacción, argumentando que los testigos también apoyan esta versión.

El gobierno, sin embargo, argumenta que Combs dirigía una empresa de crimen organizado, coordinando estos ‘freak offs’ mediante un equipo de facilitadores. Los fiscales sostienen que sus subordinados reclutaban trabajadores sexuales, organizaban las habitaciones y se encargaban de encubrir cualquier evidencia tras los eventos.

Uno de los elementos más convincentes de la acusación es un video de vigilancia de 2016 en el que se ve a Combs agrediendo físicamente a Ventura en un Hotel InterContinental en Los Ángeles. Emily Johnson describió el video en la corte, mencionando que muestra una agresión brutal que respalda las alegaciones de fuerza y coacción.

El juez Andrew Carter Jr., al denegar la libertad bajo fianza de Combs, expresó su preocupación por posibles manipulaciones de testigos y obstrucción a la justicia. Los fiscales informaron que Combs había estado proporcionando a las víctimas falsas narrativas y, en ocasiones, grababa las conversaciones con la ayuda de cómplices.

La defensa de Combs continúa afirmando que los actos fueron consensuados y argumenta que múltiples demandas civiles recientes son intentos de aprovechar la situación para obtener acuerdos económicos. Sin embargo, la gravedad de las acusaciones y la cantidad de pruebas presentadas plantean un complejo desafío para el magnate de la música.

En los próximos meses, un jurado en Manhattan decidirá cuál versión de los hechos considera más creíble. Hasta entonces, Sean Combs permanece en una cárcel federal de Brooklyn debido a la denegación de su libertad bajo fianza. La mirada del público y de la justicia está puesta en este controvertido y mediático caso.