En una entrevista reciente con el canal estadounidense ABC, Eric Schmidt, antiguo CEO y presidente de Google, lanzó una advertencia sobre el futuro de la Inteligencia Artificial (IA). Durante la conversación con el presentador George Stephanopoulos en el programa «This Week», Schmidt destacó la preocupación creciente de que la IA pudiera alcanzar un nivel de autonomía tal que permitiría su auto-mejora, haciendo necesario considerar la posibilidad de «desconectarla».
El exdirector de Google subrayó: «Cuando un sistema informático llega a un punto en el que puede auto-mejorarse, en serio tenemos que pensar en desconectarlo». Esta declaración refleja un temor inherente asociado al rápido avance de la tecnología de la IA, evocando imágenes de sistemas conscientes al estilo de Skynet en la saga de películas «Terminator».
Cuando Stephanopoulos le preguntó si un sistema tan poderoso podría evitar su propia desconexión, Schmidt respondió con franqueza: «En teoría, es mejor que tengamos a alguien con la mano en el enchufe». Esta afirmación subraya la importancia de mantener un control humano sobre las tecnologías emergentes.
El Poder y los Riesgos de la IA
Además de los posibles peligros, Schmidt también habló sobre el inmenso poder que la IA podría otorgar a los individuos. Comparó este poder con tener «el equivalente de un polímata en su bolsillo» y advirtió que «no sabemos lo que significa dar ese tipo de poder a cada individuo». En su opinión, la IA generativa, si se desarrolla apresuradamente, podría permitir que los sistemas informáticos tomen decisiones por sí mismos en dos a cuatro años, lo que podría ser tanto beneficioso como peligroso.
Control y Vigilancia de la IA
Finalmente, al tocar el tema del control global de la IA, Schmidt delineó un plan en dos fases. Primero, se aseguraría de que Occidente dispusiera del financiamiento, el hardware y la mano de obra necesarios para controlarla. Segundo, identificaría «los peores casos posibles» de uso de la tecnología y construiría un segundo sistema para monitorear el primero. «Los humanos no podrán vigilar la IA. Pero los sistemas de IA deberían poder vigilar la IA», concluyó.
Esta visión de Eric Schmidt proporciona un marco para la reflexión sobre el papel de la IA en la sociedad moderna y la necesidad crítica de balancear el desarrollo tecnológico con consideraciones éticas y de seguridad.
La Vanguardia