El uso del aceite de oliva virgen extra (AOVE) para freír es seguro, siempre que se controle la temperatura. El AOVE, conocido por sus beneficios para la salud y su papel esencial en la dieta mediterránea, es rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, lo que le confiere una notable estabilidad frente al calor.
La preocupación principal al freír con cualquier aceite es el ‘punto de humo’, la temperatura a la que el aceite comienza a degradarse. El AOVE destaca por su resistencia, debido a su alto contenido en ácido oleico y antioxidantes que actúan como un escudo protector, permitiendo su uso para cocinar a baja temperatura y frituras controladas sin superar los 180 °C.
Para una fritura saludable, es fundamental evitar el ‘humo azul’, signo de que el aceite ha superado su punto de humo. Se recomienda usar el AOVE para salteados rápidos y frituras ligeras, evitando reutilizar el aceite tras una fritura para preservar sus propiedades saludables.
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