María Branyas Morera, quien desde hace un año ostentaba el título de la persona más vieja del mundo y la octava más longeva de la historia, falleció en la madrugada de este lunes a los 117 años y 168 días. Según confirmó su familia a EFE, María murió serenamente mientras dormía en la residencia Santa María del Tura de Olot, Girona.
«Se apagó durmiendo, que era lo que ella quería», expresó Rosa Moret, la hija menor de María, quien también reveló que fue incinerada por la mañana. Su cuenta de X, gestionada por uno de sus yernos, compartió un emotivo mensaje que reflejó su deseo de no hacer sufrir a sus seres queridos.
Nacida el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, María Branyas, hija de un periodista, destacó por su longevidad e incluso sobrevivió a la COVID-19 en 2020. El récord de longevidad sigue en manos de la francesa Jeanne Calment, quien vivió 122 años y 164 días.
La familia recuerda a María como una mujer fuerte que, a pesar de su avanzada edad, nunca padeció enfermedades graves. Su legado perdurará en la memoria de aquellos que la conocieron y la amaron.
Cortesía EFE