El mundo del cine ha perdido a uno de sus rostros más inconfundibles. Michael Madsen, el actor estadounidense conocido por su capacidad para encarnar la intensidad, la rudeza y la vulnerabilidad del alma masculina, falleció este jueves en su residencia de Malibú a los 67 años. La causa de su muerte fue un paro cardíaco, según confirmó su representante, Ron Smith, a medios estadounidenses.
Con una carrera que abarcó más de cuatro décadas y una filmografía de más de 300 títulos, Madsen no solo fue un actor de reparto, sino una presencia única en el cine. Su figura robusta y su estilo actoral parecían hechos a medida para el cine de Quentin Tarantino, con quien colaboró en cuatro películas: Reservoir Dogs (1992), Kill Bill: Vol. 1 y Vol. 2 (2003-2004), Los ocho más odiados (2015) y Érase una vez en Hollywood (2019).
Fue su interpretación como el Sr. Rubio en Reservoir Dogs la que lo catapultó al estrellato, con una escena inolvidable donde tortura a un policía al ritmo de «Stuck in the Middle with You» de Stealers Wheel. Tarantino, quien lo consideraba un actor fetiche, destacó su mirada desafiante y su voz áspera. “Michael fue más que un actor. Fue una fuerza de la naturaleza en la pantalla, y una persona profundamente sensible y creativa fuera de ella”, expresó Tarantino en un comunicado.
Michael Madsen, nacido en Chicago en 1957, inició su carrera en los años ochenta. Antes de alcanzar el éxito, trabajó como mecánico y asistente teatral. Participó en filmes como Thelma & Louise (1991), The Doors, Donnie Brasco, Species y Die Another Day (2002), enfrentándose incluso a James Bond.
Más allá de su trayectoria actoral, Madsen era un poeta prolífico. Publicó varios libros de poesía, como Burning in Paradise y Expecting Rain, y trabajaba en un nuevo volumen titulado Tears For My Father: Outlaw Thoughts and Poems al momento de su muerte. “Michael escribía como actuaba: sin filtros, con el corazón expuesto”, comentó su editor literario.
En 2022, Madsen sufrió una tragedia personal: la muerte de su hijo Hudson, de 26 años, quien se quitó la vida en Hawái. Hudson era ahijado de Tarantino y este episodio afectó profundamente al actor. A pesar de las dificultades personales, Madsen continuó trabajando en películas independientes, y participó activamente en convenciones de cine y cultura pop, manteniendo siempre su cercanía y autenticidad con los fans.
La pérdida de Michael Madsen deja un legado imborrable tanto en el cine como en la poesía, recordado por su intensa actuación y su profunda sensibilidad.
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