Un acontecimiento insólito y lleno de misterio ha dejado perplejos a egiptólogos y amantes de los animales por igual. Durante un vuelo en parapente sobre las legendarias pirámides de Giza, el parapentista Alex Lang avistó lo inimaginable: un perro en la cúspide de la Gran Pirámide de Giza, también conocida como la Pirámide de Keops.
La altura e inaccesibilidad de esta monumental estructura, construida alrededor del 2,600 a.C., hacen que el evento sea tan desconcertante como fascinante. Compuesta por aproximadamente 2,3 millones de bloques de piedra con un peso promedio de más de una tonelada cada uno, la Gran Pirámide sigue siendo la más grande y antigua de las siete maravillas del mundo antiguo en pie. La logística y condiciones necesarias para la construcción de semejante estructura aún desafían las mentes modernas.
El pasado 14 de octubre, Lang, un apasionado del parapentismo, se embarcó en un vuelo desde El Cairo deseando capturar la majestuosidad de las pirámides desde una perspectiva aérea única. Sin embargo, lo que encontró superó incluso sus más grandes expectativas. Al observar un movimiento en la cima de la pirámide, ajustó su cámara para hacer zoom y confirmó que, efectivamente, un perro descansaba tranquilamente en el lugar, «ladrando a los pájaros cercanos».
El inexplicable avistamiento fue rápidamente compartido en las redes sociales por Lang, suscitando una oleada de reacciones y teorías. Las hipótesis van desde una escapada animal hasta interpretaciones más místicas, como su colega parapentista Marshall Mosher, quien, tras no encontrar al animal en un segundo vuelo, bromeó con que podría tratarse de Anubis, el Dios de los Muertos en la mitología egipcia. Anubis, representado como un perro salvaje con cuerpo humano, es considerado el guardián de las tumbas y protector de los cementerios, tal como lo describen los antiguos jeroglíficos.
Este extraño acontecimiento ha despertado un renovado interés por la Gran Pirámide de Giza y sus misterios aún no resueltos. Durante siglos, esta estructura fue el edificio más alto del mundo, un testamento de las capacidades arquitectónicas y espirituales de la civilización egipcia. La combinación de este insólito avistamiento con el misticismo intrínseco de la pirámide devela un mundo lleno de enigmas que continúa cautivando a la humanidad.
La verdadera historia que llevó a este canino a la cima del mundo antiguo sigue sin explicarse, dejando abiertas las puertas a la imaginación y al asombro en un lugar donde lo inexplicable se encuentra con lo extraordinario.