Una nueva grabación de la icónica película Matilda (1996) ha revelado los secretos detrás de una de sus escenas más memorables: cuando la temible Tronchatoro agarra a Amanda por las trenzas y la hace volar por los aires. La secuencia, que ha dejado una huella en los fans de la película, fue posible gracias a un innovador sistema de efectos especiales y un trabajo meticuloso del equipo de producción.
En el video recientemente descubierto, se muestra cómo se utilizó un sistema de cables ocultos y trenzas falsas especialmente diseñadas para la escena. Las trenzas de la niña Amanda fueron reforzadas con alambre para soportar el peso de la pequeña actriz, quien estaba sostenida por un arnés invisible oculto bajo su vestido, lo que permitió que el vuelo fuera lo más realista posible.
El mecanismo de cables y poleas, fuera del campo visual de la cámara, fue el encargado de controlar la velocidad del giro de Amanda en el aire. Todo el movimiento, a pesar de ser asistido por tecnología, fue perfectamente sincronizado con la actuación de los actores y la dirección de la escena, creando un efecto asombroso de un vuelo flotante que dejó a muchos espectadores sin aliento en los años 90.
Una hazaña técnica e ingeniosa
La escena de Amanda volando por los aires fue una de las más complejas desde el punto de vista técnico. A pesar de la aparente simplicidad del momento, se necesitaron varios días de ensayo y ajustes de la maquinaria para garantizar que la niña pudiera girar sin peligro, manteniendo la ilusión de la magia que caracteriza a la película.
Este tipo de efectos prácticos, utilizados en su época, se contraponen a las soluciones digitales actuales, pero a pesar de ser un desafío logístico, resultaron ser una de las secuencias más memorables del filme. La tecnología aplicada en ese entonces sigue siendo un testamento del ingenio y dedicación del equipo de Matilda.
Un legado perdurable
Matilda, dirigida por Danny DeVito y basada en la obra homónima de Roald Dahl, continúa siendo un clásico de culto que ha perdurado en el tiempo gracias a su mezcla de magia, humor y efectos visuales. Las técnicas utilizadas en escenas como la de Amanda y Tronchatoro nos recuerdan cómo el cine de antaño empleaba creatividad y esfuerzo físico para generar una experiencia cinematográfica única.
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