La Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha hecho un llamado a los Estados para reforzar sus compromisos con la protección de los océanos, especialmente en alta mar, como parte integral de sus obligaciones en materia de derechos humanos. Este pronunciamiento se da en el marco del Día Mundial de los Océanos y de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos celebrada en Niza. La Relatoría resalta la relación inextricable entre la conservación de los ecosistemas marinos y la garantía de los derechos humanos a nivel regional y mundial. Según REDESCA, sin océanos saludables, es imposible para los Estados cumplir plenamente con sus obligaciones internacionales, incluyendo la protección del derecho a la vida, a la salud, a la alimentación, al agua potable, a la cultura y al desarrollo sostenible de sus pueblos.
REDESCA recuerda que el derecho a un medio ambiente sano está reconocido en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y el derecho internacional. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su Opinión Consultiva 23/17, afirmó que la protección del medio ambiente es esencial para el disfrute de otros derechos, reconociendo al medio ambiente sano como un derecho autónomo y fundamental. La contaminación marina, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático son fenómenos interconectados que agravan desigualdades y amenazan los medios de vida de millones de personas en las Américas, imponiendo a los Estados el deber de actuar con debido cuidado para evitarlos y mitigarlos.
La Relatoría observa avances jurisprudenciales recientes y en curso en el ámbito del derecho internacional ambiental y de los derechos humanos, que refuerzan la obligación de los Estados de proteger el océano y los derechos de quienes dependen de él. En 2024, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar emitió una histórica opinión consultiva que confirmó que las emisiones de gases de efecto invernadero constituyen contaminación marina. Este fallo subraya la necesidad de tomar medidas para prevenir, reducir y controlar dicha contaminación conforme al principio de debida diligencia. La Relatoría también nota las opiniones consultivas en preparación por la Corte Internacional de Justicia y la Corte Interamericana de Derechos Humanos que podrían consolidar estas obligaciones, incluyendo medidas de reparación frente al desplazamiento forzado y la degradación de ecosistemas marinos esenciales.
REDESCA ha elogiado el logro diplomático que significó en 2023 la adopción del Tratado de Alta Mar, un instrumento jurídicamente vinculante que busca la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en áreas fuera de la jurisdicción nacional. Sin embargo, para su entrada en vigor se requiere la ratificación de al menos 60 Estados, de los cuales menos de la mitad ha cumplido este requisito, urgente acelerar el proceso.
En este contexto, REDESCA insta a los Estados Miembros de la OEA a ratificar el Tratado de Alta Mar. Las Américas tienen un interés directo en la preservación de los ecosistemas marinos más allá de sus fronteras nacionales, dada la vasta extensión de sus litorales oceánicos.
La Relatoría subraya la importancia de incorporar un enfoque de derechos humanos en la gobernanza de los océanos, lo que implica asegurar la participación informada y efectiva de las comunidades afectadas. Esto incluye la distribución equitativa de beneficios marinos y medidas de adaptación frente al cambio climático con criterios de justicia social, especialmente para pueblos indígenas y comunidades vulnerables.
Finalmente, REDESCA advierte sobre los riesgos de la minería en aguas profundas y actividades de exploración de petróleo y gas en alta mar. Estas prácticas plantean amenazas severas a la biodiversidad marina, al equilibrio climático y al pleno goce de derechos humanos fundamentales. Ante esto, REDESCA resalta la obligación de los Estados de aplicar el principio de precaución, considerando la posibilidad de establecer moratorias hasta que existan marcos normativos adecuados y evidencia científica suficiente.
En este Día Mundial de los Océanos, REDESCA insta a los Estados a fortalecer la cooperación internacional en materia ambiental, intensificando sus compromisos con la conservación marina y protegiendo efectivamente a quienes defienden los ecosistemas oceánicos. Según REDESCA, solo mediante acciones basadas en principios de solidaridad y justicia climática e intergeneracional, se podrá preservar la integridad de los océanos y proteger los derechos humanos de las generaciones presentes y futuras.
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