Más del 70% de los casos de cáncer de cabeza y cuello están vinculados al tabaquismo, según expertos en la materia. Detectarlo a tiempo no solo mejora el pronóstico, sino que también permite preservar la calidad de vida del paciente. Esta enfermedad representa una amenaza silenciosa que puede comprometer la voz, la capacidad de tragar, el gusto, la audición e incluso la respiración.
Síntomas de Alerta
José Miguel Núñez, cirujano oncólogo especializado en cabeza y cuello de la Sociedad Anticancerosa (SAV), menciona que los síntomas que deben alertar incluyen ronquera persistente, dificultad o dolor al tragar, sangrado nasal sin causa aparente, lesiones ulceradas en la boca, dientes flojos y ganglios inflamados en el cuello. Núñez enfatiza que si estos signos duran más de dos semanas, es fundamental acudir a un especialista.
Factores de Riesgo
El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo, presente en el 70% de los casos. Además, el consumo excesivo de alcohol y las infecciones por el Virus del Papiloma Humano (VPH) también son factores determinantes. La combinación de tabaquismo y alcohol incrementa el riesgo hasta 40 veces. Otros factores incluyen mala higiene bucal, exposición a radiaciones y traumatismos orales constantes.
La mayoría de estos factores son modificables, lo que permite tomar medidas preventivas como dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol y vacunarse contra el VPH. Se recomienda mantener una buena higiene bucal, realizar revisiones odontológicas cada seis meses, seguir una alimentación saludable y ejercitarse regularmente. Aunque la genética influye, el estilo de vida es crucial para reducir las probabilidades de desarrollar esta enfermedad.
Importancia del Diagnóstico Temprano
Para diagnosticar el cáncer de cabeza y cuello, se utilizan estudios como la nasofibrolaringoscopia, disponible en la Clínica de Prevención del Cáncer (CPC), y pruebas de imagen como la tomografía, la resonancia magnética y el PET-CT. Estas pruebas son esenciales para obtener una visión completa de la lesión y planificar una atención oportuna.
La detección temprana permite un tratamiento menos agresivo. Según el especialista de la SAV, existen diversas opciones de tratamiento como cirugía, radioterapia y quimioterapia, dependiendo del estadio y la localización del tumor. “Si se detecta una lesión en estadios iniciales, el tratamiento será menos mórbido o agresivo, preservando funciones vitales como el habla y la deglución”, concluye Núñez, subrayando la importancia de un diagnóstico oportuno para mejorar la calidad de vida del paciente y aumentar la sobrevida.
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