En los últimos días, las redes sociales han sido testigos de una ola de imágenes inspiradas en el distintivo estilo de Studio Ghibli, el prestigioso estudio de animación japonés. Este fenómeno ha cobrado vida gracias al uso de tecnologías de Inteligencia Artificial como ChatGPT, que ha permitido a individuos y artistas de todo el mundo crear sus propios animes y compartirlos en plataformas digitales.
El encanto de estas recreaciones ha capturado a personajes de todos los ámbitos, desde deportistas y actores hasta modelos y reinas de belleza. La experiencia de revivir los icónicos personajes de anime, originalmente concebidos por el legendario cineasta japonés Hayao Miyazaki, se ha convertido en una tendencia viral.
Irene Sáez, ex Miss Venezuela, Miss Sudamérica y Miss Universo 1981, es una de las figuras que ha participado en esta innovadora ola creativa. En su perfil de Instagram, Sáez compartió una imagen animada que fusiona su característica cabellera rubia y un elegante vestido azul, con la emblemática Plaza Francia de Altamira como telón de fondo. La publicación ha generado una oleada de comentarios positivos y nostalgia entre sus seguidores.
En el ámbito deportivo, Yulimar Rojas ha sido protagonista gracias a una representación animada realizada por el medio Claro Sport. La atleta venezolana es retratada con la bandera nacional, su icónico cabello corto amarillo y el uniforme que vestía durante su récord de salto de 15.41 metros en los Juegos Olímpicos de Tokio.
El fenómeno no se ha limitado a figuras de América Latina. El reconocido actor estadounidense Ben Affleck también ha sido objeto de esta tendencia. Internautas han aprovechado para crear retratos y memes al estilo japonés, capturándolo con una expresión característica que ha sido tema de conversación en las redes.
Este auge de imágenes animadas al estilo de Studio Ghibli no solo demuestra el poder creativo de las herramientas de inteligencia artificial, sino también la influencia perdurable de la cultura japonesa en la imaginación global. Al mirar hacia el futuro, es probable que estas colaboraciones entre tecnología y arte continúen expandiéndose, ofreciendo nuevas formas de expresión y conexión cultural.
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