Los Mets de Nueva York han anunciado que su receptor venezolano, Francisco Álvarez, se perderá el comienzo de la temporada debido a una fractura en la mano izquierda que requerirá cirugía. La lesión mantendrá al jugador alejado de seis a ocho semanas, según informó el equipo desde su sede de entrenamientos en Port St. Lucie, Florida.
El anuncio fue realizado por el mánager Carlos Mendoza, quien expresó la dificultad de la situación para Álvarez. «Está deprimido, obviamente, pero no es la primera vez. Es una pena para él. Se lo toma como algo personal y lo toma muy mal», comentó Mendoza, añadiendo que el equipo hará todo lo posible para mantener un enfoque positivo y facilitar el regreso del receptor al campo lo antes posible. La temporada anterior, Álvarez también enfrentó una ausencia prolongada debido a un desgarro en un dedo de la misma mano.
La lesión se produjo durante un juego en el complejo de los Mets, cuando Álvarez sintió una molestia al realizar un ‘swing’. Posteriormente, las radiografías confirmaron la fractura. Esta es una pérdida significativa para los Mets, que ya enfrentan varias bajas importantes en su alineación.
La lesión de Álvarez se suma a otras ausencias críticas en el equipo. El as de rotación, Sean Manaea, sufre una distensión en el oblicuo derecho, mientras que el diestro dominicano Frankie Montás enfrenta una distensión en la espalda. Además, el segunda base Nick Madrigal está fuera de juego por una lesión en el hombro. Estas bajas se ven agravadas por las molestias de rodilla de Starling Marte y Brandon Nimmo, así como la lesión de cadera del zurdo A.J. Minter.
Ante la ausencia de Álvarez, los Mets han designado al criollo Luis Torrens como receptor titular. Hayden Senger, Jakson Reetz, y Chris Williams competirán por el puesto de receptor suplente. Esta reorganización será clave para la primera parte de la campaña, en la que el equipo deberá esforzarse por mantener su competitividad en la liga.
La situación presentada por el equipo neoyorquino destaca la importancia de contar con una plantilla robusta y versátil, capaz de sobrellevar las adversidades propias de la temporada de béisbol. Los Mets esperan que la recuperación de sus jugadores afectados sea rápida para así continuar su camino hacia la obtención del título de campeones de las Grandes Ligas.
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