Restricciones y problemas enmarcan el Partido Venezuela vs. Uruguay

El partido entre la Vinotinto y Uruguay, disputado el martes 10 de septiembre en el Estadio Monumental de Maturín, estuvo marcado por numerosos contratiempos que afectaron la experiencia de aficionados y medios de comunicación. A pesar de la expectativa y el entusiasmo de los fanáticos, el evento se vio opacado por problemas significativos.

Desde antes de las 5:00 de la mañana, Maturín sufrió una serie de apagones que se extendieron hasta pasadas las 2:00 de la tarde, complicando el día para los asistentes. La llegada al estadio fue difícil debido al cierre de entradas hacia la ciudad, obligando a quienes viajaron desde otras regiones a tomar rutas alternas. Los fanáticos también enfrentaron largas distancias a pie bajo un intenso sol y temperaturas superiores a los 45°C para llegar al recinto.

Las restricciones fueron severas, incluyendo la prohibición de portar la bandera de Venezuela, lo que generó indignación en redes sociales. Además, los periodistas enfrentaron obstáculos, como la imposibilidad de realizar tomas o entrevistas cerca del perímetro de seguridad y la limitación de espacios para la transmisión en vivo. La seguridad, reforzada con 6,500 efectivos, también contribuyó a un ambiente tenso.

A la salida del partido, los problemas se intensificaron con la falta de transporte y un nuevo apagón que afectó la avenida Bella Vista, dejando a muchos fanáticos en la oscuridad y sin opciones para regresar a casa. La capacidad del estadio no se completó a pesar de las entradas agotadas, con informes de reventa y distribución de boletos a líderes locales.

En resumen, la jornada futbolística, que debería haber sido una celebración, se convirtió en una serie de desafíos y molestias para todos los involucrados, dejando un sabor amargo en un evento de gran importancia para los hinchas de la Vinotinto.

Cortesía La Patilla