El sacerdote australiano Gerald Ridsdale, conocido por haber abusado de más de setenta niños entre 1961 y 1988, falleció a los 90 años de edad mientras cumplía condena en una prisión de Australia. El Departamento de Correccionales informó que Ridsdale, quien se encontraba en la cárcel desde 1994, murió en el penal de Port Phillip, ubicado en el estado de Victoria, donde cometió la mayoría de sus crímenes.
En una declaración oficial, el Departamento de Correccionales de Victoria confirmó el deceso «bajo custodia» de Ridsdale y anunció que la causa de la muerte será determinada formalmente por los forenses. El sacerdote cumplía una condena por abusos a menores en ocho ocasiones diferentes, y aún enfrentaba otros 62 cargos pendientes para 2024. Ridsdale sufría de varias enfermedades relacionadas con su avanzada edad.
La organización de defensa de víctimas de abuso sexual, Bravehearts, difundió un comunicado en redes sociales subrayando que la muerte de Ridsdale «no borra el sufrimiento» infligido a sus víctimas y sus familias. «Bravehearts se solidariza con todos los afectados, recordando al mundo que la justicia no se trata solo de la caída de un delincuente, sino del apoyo continuo, el reconocimiento y la sanación de los supervivientes”, señaló la organización.
El historial de abuso infantil de Ridsdale comenzó en 1961, cuando fue ordenado sacerdote y empezó a trabajar en diferentes parroquias del oeste de Victoria. Durante los siguientes 30 años, fue trasladado a más de 15 parroquias en todo el país a medida que se acumulaban denuncias en su contra. En 1994, Ridsdale se declaró culpable de abusar de menores y acumuló condenas de hasta 40 años por 192 delitos.
En junio de 2023, Ridsdale admitió ante la justicia haber abusado de su septuagésima segunda víctima, un menor de 13 años en la localidad de Horsham, también en Victoria. Una investigación oficial realizada en 2017 sobre delitos de pederastia dentro de la Iglesia católica australiana reveló que Ridsdale formaba parte de una red pederasta en la década de 1970 en Ballarat, Victoria. Esta red incluía al director del colegio Saint Alipius, Robert Best, y a los sacerdotes Edward Dowlan y Stephen Farrel, todos ellos condenados por pederastia.
La comisión concluyó que las autoridades eclesiásticas del país conocían los abusos y los encubrieron durante décadas. En esa época, Ridsdale compartió un seminario con el cardenal George Pell, quien fue encargado de las finanzas del Vaticano y condenado inicialmente por delitos contra menores en 2018, aunque fue absuelto en 2020 por el Alto Tribunal de Australia. Pell regresó a Roma, donde falleció en enero de 2023.
La noticia del fallecimiento de Ridsdale reabre el debate sobre la respuesta de la Iglesia católica a los abusos cometidos por sus miembros y su responsabilidad en la protección de los menores.
EFE