Ecuador está lidiando con once incendios forestales activos en varias provincias, tres de los cuales afectan a la capital, Quito, que se encuentra en alerta por segundo día consecutivo. El miércoles, la ciudad se vio envuelta en una densa capa de humo proveniente de estos incendios, que incluso tapó el sol en algunas áreas.
Las llamas se concentran en las vertientes montañosas de Pifo, Nayón y Chilibulo, ubicadas en el área rural de Quito. Los bomberos están trabajando arduamente para controlar los incendios en estas zonas de difícil acceso, utilizando helicópteros equipados con canastas de agua para realizar descargas de miles de litros en las áreas más complicadas.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, ha ordenado una investigación exhaustiva para determinar las causas de los incendios y asegurar que los responsables enfrenten el máximo rigor de la ley. En la zona de Yaruquí, las autoridades municipales encontraron a una mujer quemando troncos para la producción y venta de carbón cerca de un bosque, lo que podría haber contribuido a los incendios.
A nivel nacional, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) reporta once incendios forestales activos, además de siete que ya han sido controlados. Los incendios activos se registran en provincias andinas como Cotopaxi (2), Azuay (3), Loja (3), Pichincha (1), Imbabura (2) y Chimborazo (1).
El incendio más extenso, ya controlado, devastó unas 7.600 hectáreas de pastizales, pajonales, cultivos y bosques de pino en la provincia de Loja. El Gobierno de Perú apoyó las labores de extinción enviando dos aviones Spartan C-27J y dos helicópteros Mi-17.
La sequía en la sierra andina de Ecuador, junto con fuertes rachas de viento, ha facilitado la propagación de los incendios, afectando la calidad del aire en varias ciudades importantes de la región.
Cortesía EFE
