El Departamento de Guerra de Estados Unidos, liderado por el secretario Pete Hegseth, ha anunciado la creación de una nueva Fuerza de Tarea Conjunta antinarcóticos en el área de responsabilidad del Comando Sur. Este movimiento se alinea con las directrices del Presidente y tiene como principal objetivo la lucha contra los cárteles de droga que operan en el Caribe, así como la seguridad del país frente al tráfico de estupefacientes.
El secretario Hegseth subrayó la determinación de su departamento afirmando: “Por orden del Presidente, el Departamento de Guerra está estableciendo una nueva Fuerza de Tarea Conjunta antinarcóticos en el área de responsabilidad del Comando Sur para aplastar a los cárteles, detener el veneno y mantener la seguridad de Estados Unidos. El mensaje es claro: si trafican drogas hacia nuestras costas, los detendremos en seco”.
En sus recientes declaraciones, Hegseth instó a las fuerzas armadas a enfrentarse con determinación contra las amenazas. “Si nuestros enemigos deciden desafiarnos insensatamente, serán aplastados por la violencia, la precisión y la ferocidad del Departamento de Guerra. En otras palabras, a nuestros enemigos, FAFO”, aseveró.
Además, el secretario destacó la necesidad de reformar las fuerzas armadas estadounidenses para superar «décadas de decadencia». Sus comentarios se realizaron ante una audiencia compuesta por cientos de generales y almirantes en un evento en Quantico, Virginia.
El despliegue militar, que inició hace aproximadamente un mes, ya ha logrado avanzar en sus objetivos con la neutralización de diversas narcolanchas en el Caribe. Actualmente, ocho embarcaciones estadounidenses operan en la región, entre las que se incluyen los destructores USS Iwo Jima, Lake Erie, Jason Dunham y Fort Lauderdale, así como el barco de inteligencia MV Ocean Trader, el USS Minneapolis St. Paul y el submarino Newport News.
Uno de los golpes más recientes a las actividades de los cárteles ocurrió cuando el gobierno anunció la destrucción de una quinta narcolancha en aguas del Caribe. Según informó Hegseth, “cuatro narcoterroristas a bordo del buque murieron en el ataque, y ningún miembro de las fuerzas estadounidenses resultó herido”.
Este esfuerzo es parte de una estrategia más amplia que busca asegurar las fronteras estadounidenses y desmantelar las operaciones delictivas que amenazan la seguridad interna del país.
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