La cifra de fallecidos por el incendio registrado a finales de noviembre en el conjunto habitacional Wang Fuk Court, en el distrito norte de Tai Po, en Hong Kong, ascendió este martes a 160, mientras seis personas continúan desaparecidas, por lo que el saldo podría agravarse.
El último balance, difundido la semana pasada, situaba el número de muertos en 159, tras la inspección de todas las torres afectadas en el complejo residencial siniestrado. La actualización a 160 fallecidos se produjo este martes, después de que pruebas forenses determinaran que un conjunto de restos ya contabilizados correspondía en realidad a dos personas, según informó el comisionado de policía Joe Chow.
Las autoridades han confirmado la identidad de 120 de las 160 víctimas mediante pruebas de ADN o huellas dactilares.
El incendio tuvo lugar a finales de noviembre en el complejo Wang Fuk Court, compuesto por ocho torres y más de 1.800 apartamentos. Aunque los hechos siguen siendo materia de investigación, las primeras hipótesis apuntan a que el fuego se originó en los niveles inferiores del complejo a través de las mallas plásticas protectoras que suelen cubrir los edificios en reparación.
De acuerdo con estas primeras líneas de investigación, los andamios de bambú, una técnica constructiva tradicional en Hong Kong, junto con varios paneles de espuma descritos como “altamente inflamables”, habrían contribuido a la rápida propagación de las llamas.
En respuesta al siniestro, el gobierno de Hong Kong anunció la creación de un comité independiente, encabezado por un juez, para investigar las causas del incendio. Paralelamente, la policía ha detenido a 15 personas sospechosas de homicidio involuntario.
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