Beirut ha sido escenario de intensos ataques israelíes este domingo, centrados en áreas críticas cercanas al aeropuerto de la capital libanesa. En lo que ha sido descrito como un asalto calculado, dos impactos alcanzaron objetivos estratégicos alrededor de la terminal aérea, mientras que Israel extendía su bombardeo hacia los suburbios del sur de Beirut.
Una Fuente de Seguridad Libanesa, citada por The Times of Israel bajo condición de anonimato, confirmó que los ataques israelíes alcanzaron en total once redadas. Particularmente afectado fue Dahiyeh, un suburbio del sur de la capital, donde un edificio residencial cercano a una mezquita y un hospital resultó dañado.
Asimismo, bombardeos masivos se dirigieron contra la Asociación Financiera Al-Qard Al-Hassan, vinculada a Hezbolá. Esta organización, acusada de financiar actividades contra Israel, fue el blanco de las fuerzas israelíes en varios puntos, incluyendo una sucursal adyacente al único aeropuerto internacional del Líbano. La acción militar fue respaldada por el portavoz del ejército israelí, Avichay Adraee, quien urgió a los residentes de las áreas afectadas a evacuar, indicando que estas zonas participaban en la financiación de actividades hostiles.
Impacto en la Misión de Paz de la ONU
En un desarrollo paralelo, la misión de paz de la ONU en el Líbano también se encontró bajo fuego. Según Al Jazeera, al menos cinco cascos azules resultaron heridos cuando el Ejército israelí atacó sus posiciones con ráfagas de humo y destruyó un puesto de observación de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (FPNUL) en Ramyah.
Este evento se produce tras la solicitud del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidiendo la retirada de las fuerzas de paz de áreas de conflicto. Netanyahu argumentó que su presencia proporcionaba un “escudo humano” a Hezbolá. Hasta ahora, las Naciones Unidas no han accedido a este pedido, subrayando la complejidad y la tensión que caracterizan la situación en la región.
Perspectivas Futuras
Estos incidentes subrayan una creciente escalada en el conflicto regional entre Israel y Hezbolá, y plantean serias preguntas sobre la seguridad de las infraestructuras clave y la estabilidad política en el Líbano. La comunidad internacional observa con preocupación este desarrollo y la intervención de la misión de paz de la ONU continúa siendo un punto crítico en la diplomacia internacional.
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