El informe más reciente del Departamento de Trabajo de Estados Unidos revela un incremento en los precios mayoristas durante el pasado mes, lo que indica que la economía del país aún enfrenta desafíos para controlar completamente la presión inflacionaria.
Según el informe, el índice de precios al productor, que mide la inflación antes de que impacte a los consumidores, mostró un incremento del 0,2% de septiembre a octubre. Este aumento supera el del mes anterior, que fue del 0,1%. En términos interanuales, los precios mayoristas se elevaron un 2,4%, acelerándose desde el 1,9% registrado en septiembre.
Un factor significativo en el incremento de octubre fue el alza del 0,3% en los precios de los servicios. Por otro lado, los precios de los bienes al por mayor subieron un 0,1% después de haber experimentado caídas en los dos meses anteriores. Excluyendo los volátiles precios de alimentos y energía, los precios básicos al por mayor aumentaron un 0,3% desde septiembre y un 3,1% en comparación con el año anterior. Estas cifras estuvieron en línea con las expectativas de los economistas.
A pesar de que la inflación ha mostrado una tendencia a la baja desde su pico en 2022, los precios promedio continúan siendo aproximadamente un 20% más altos que hace tres años. Esta situación ha generado frustración pública y ha influido en el reciente resultado electoral, donde la vicepresidenta Kamala Harris fue derrotada por Donald Trump, y los republicanos recuperaron el control del Senado.
El informe sobre los precios al productor fue publicado un día después de que se anunciara un aumento del 2,6% en los precios al consumidor en comparación con el año pasado. Este dato sugiere que la inflación al nivel del consumidor podría estar estabilizándose. Sin embargo, la mayoría de los economistas prevé que la inflación continuará su tendencia descendente.
La Reserva Federal ha estado observando de cerca estos indicadores, ya que la inflación se aproxima a su objetivo del 2% anual. El banco central ha reducido su tasa de interés de referencia en dos ocasiones desde septiembre, tras haberla incrementado 11 veces entre 2022 y 2023. Este cambio de estrategia refleja la confianza de la Reserva Federal en la mejora del panorama inflacionario.
La reciente victoria electoral de Trump ha suscitado incertidumbres respecto al futuro de la inflación y las acciones de la Reserva Federal. Aunque Trump ha prometido reducir los precios, algunas de sus políticas propuestas, como imponer aranceles elevados a las importaciones, podrían tener un efecto inflacionario.
Los analistas bursátiles de Wall Street esperan con un 82% de probabilidad que la Reserva Federal vuelva a reducir las tasas de interés en su próxima reunión de diciembre, respaldados por la herramienta CME FedWatch.
El índice de precios al productor proporciona una visión anticipada de hacia dónde podría dirigirse la inflación al consumidor. Este índice es observado de cerca por los economistas, ya que influye en el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal, el índice de gastos de consumo personal (PCE). Stephen Brown, de Capital Economics, señaló que el aumento en los precios de servicios como pasajes aéreos y atención médica impulsaría los precios básicos del PCE, aunque no lo suficiente como para detener los recortes de tasas esperados por la Fed en diciembre.
La inflación comenzó a dispararse en 2021, a medida que la economía recuperaba terreno rápidamente tras la recesión pandémica, lo que provocó escasez de bienes y mano de obra. Aunque se anticipaba que las elevadas tasas de interés llevarían a una recesión, la economía ha continuado en expansión y la inflación sigue moderándose.
FP