Según las informaciones confirmadas, la opositora fue trasladada directamente desde el campamento de trabajo forzado Bella Delicia hasta el aeropuerto internacional «José Martí» en La Habana. Durante este proceso, se reportó que los teléfonos de sus personas cercanas fueron intervenidos para evitar cualquier comunicación con ella.
Aymara Nieto fue arrestada el 6 de mayo de 2018 y condenada a cuatro años de privación de libertad por los cargos de daños y atentado. A finales de octubre de 2021, se informó que la Fiscalía del régimen cubano había solicitado cinco años adicionales de cárcel para ella, bajo la acusación de promover un motín en 2020 en la prisión de mujeres ‘El Guatao’ en La Habana, según denunció Berta Soler, líder de Las Damas de Blanco.
Como parte del castigo, antes de ser trasladada a La Habana, Nieto fue recluida en la prisión de Mujeres de Manatí, Las Tunas, a más de 600 kilómetros de su domicilio y familia.
Cabe destacar que la opositora cuenta con medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lo que añade un elemento de preocupación internacional sobre su situación y el manejo de derechos humanos por parte del régimen cubano.
El caso de Aymara Nieto sigue generando atención y preocupación en el ámbito internacional, subrayando las tensiones existentes entre el activismo opositor y las autoridades cubanas.
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