En un giro sorprendente de las políticas migratorias en Centroamérica, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha alcanzado un acuerdo con Estados Unidos para recibir deportados de otras nacionalidades, incluidos individuos considerados «criminales peligrosos». Este acuerdo, descrito por el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, como «un acuerdo sin precedentes, el más extraordinario del mundo», fue alcanzado durante su visita a El Salvador.
Según Rubio, El Salvador se ha comprometido a recibir a deportados que actualmente cumplen condena en EE.UU., independientemente de su ciudadanía, incluidos aquellos que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales. Bukele confirmó esta disposición a través de un mensaje en la red social X, señalando que El Salvador ha ofrecido «externalizar partes de su sistema penitenciario» a los Estados Unidos. En su mensaje, precisó que su país está dispuesto a aceptar solamente criminales presos en su megaprisión conocida como CECOT, a cambio de una tarifa que describió como «relativamente baja» para EE.UU., pero significativa para El Salvador.
El acuerdo ha sido recibido con agradecimiento por parte de la administración estadounidense, aunque no está claro si el gobierno considera enviar ciudadanos estadounidenses presos a El Salvador, ni qué mecanismo emplearía para hacerlo. Rubio expresó la gratitud de su país por el ofrecimiento y destacó que ningún otro país ha hecho una oferta de amistad similar. Elon Musk, en respuesta al mensaje de Bukele en X, calificó la idea como «¡Gran idea!».
Este acuerdo se enmarca en el contexto de una relación cada vez más estrecha entre El Salvador y los Estados Unidos. Bukele ha sido descrito como un aliado clave de la administración Trump, y las intenciones de un acuerdo en cuestiones migratorias ya habían sido anticipadas por Mauricio Claver-Carone, un enviado especial del Departamento de Estado para América Latina.
Además de las cuestiones migratorias, las dos naciones han firmado el Memorando de Entendimiento sobre Cooperación Nuclear Civil Estratégica (NCMOU). Este pacto busca impulsar el desarrollo de infraestructura nuclear en El Salvador, fortalecer las capacidades regulatorias y promover proyectos conjuntos de investigación. La ministra de Relaciones Exteriores salvadoreña, Alexandra Hill Tinoco, describió el acuerdo como parte de una estrategia para garantizar una energía accesible sin depender de factores geopolíticos.
Este acuerdo representa un avance significativo en las relaciones bilaterales entre El Salvador y EE.UU.. Sin embargo, las implicaciones del acuerdo migratorio y el desarrollo de la energía nuclear aún están por verse. La visita de Rubio continúa en otros países de Centroamérica y el Caribe, centrada en la migración y en contrarrestar la influencia de China, así como en frenar el flujo de drogas hacia EE.UU.
La región está en un periodo de tensiones, enfrentando posibles consecuencias económicas derivadas de políticas estadounidenses como las deportaciones masivas y la interrupción de ayuda exterior. Este nuevo acuerdo entre El Salvador y EE.UU. podría marcar un punto de inflexión en la cooperación regional y las dinámicas migratorias en el hemisferio occidental.
BBC News
